ISLA DEL ENCANTO !!!!

EmilianoDR

 

 

ISLA DEL ENCANTO !!!!!

 

En la isla del encanto,

donde el coquí canta al sol,

la brisa lleva el arroz

con su sabor que yo canto.

 

La palma se mece alto,

bajo un cielo azul añil ,

con estrellas que son mil,

iluminando el asfalto.

 

Mi corazón es un puerto,

donde ancla fuerte el amor.

 

En la tierra de Borinquen,

donde la palma se inclina,

el mar sus olas combina

con un verde sin desden.

 

El jíbaro y su querencia,

con su pava y su candor,

siembra y cosecha con amor,

reverencia y paciencia.

 

Es la isla de valientes,

donde el alma nunca muere.

Bajo un cielo siempre azul,

la montaña se alza fuerte.

 

Y el café de mi suerte

es dulce como la miel.

 

Con el cuatro se entrelaza

la melancolía pura,

ritmo y rima que figura

la pasión que nunca pasa.

 

Puerto Rico, tierra mía,

tu belleza me cautiva.

 

La salsa en la calle suena,

y el sabor está en el aire,

bailan viejos, bailan pares,

ritmo que a todos encomienda.

 

La piña y el coco danzan, en la playa,

sol brillante, y el yunque, vigía constante,

en la bruma se balancea.

 

Isla del encanto, te canto,

tu esencia nunca se olvida.

 

EmilioDr.

  • Autor: EmilioDR (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 13 de febrero de 2024 a las 14:19
  • Comentario del autor sobre el poema: A continuación les presento una visión poética de este paraíso caribeño que he tenido el honor de visitar y que queda muy cerca de mi isla: Desde las palmeras meciéndose suavemente sobre arenas doradas, hasta las montañas majestuosas que se elevan orgullosas hacia el cielo, Puerto Rico deslumbra a todo aquel que la visita con su belleza exuberante. Sus playas prístinas invitan al baño en aguas turquesas que acarician la piel como una caricia. Y cuando el sol comienza a descender, envolviendo la isla en sombras anaranjadas, los paisajes montañosos se iluminan con una magia especial. Allí, entre picos verdes dominados por El Yunque, la única selva tropical del país, los ríos siguen su curso serpenteante desde las alturas, formando cascadas espectaculares. Más abajo, fértiles valles cultivados dan vida a la tierra, llenando el aroma al aire con el perfume dulce de la caña de azúcar y los cítricos. Y en cada ciudad y pueblo, la cultura vibrante del pueblo puertorriqueño late con fuerza a través de la música, el baile y la culinaria. Pero quizás lo que más encanta de esta isla caribeña es su gente, acogedora, alegre y orgullosa de sus raíces.
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 8
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