El paseo. Relato
Salí hacia un paseo
sin rumbo concreto,
ni meta y libreto,
solo a pasear.
Un día de tantos
que mi tiempo ofrece
y lo que acontece
lo dicta el azar.
Iba en mi paseo
mirando tranquila,
y sin ser sibila
pude percibir.
Figura lejana
con porte dudosa
y de tos pechosa
me empieza a seguir.
Un cierto temor
en aire flotaba,
pues alguien hallaba
en mí paso un riel.
Ay, ay, qué bemoles,
¿me quito, me escondo,
me paro, respondo
por qué timonel?
Y así dando giros
con vuelta que vuelta,
trotaba resuelta
para despistar.
Veía el fracaso
del porte cobarde,
más pronto que tarde
él me iba a agarrar.
Ay cosa divina,
café de bodega,
mirar no me niega
detrás del cristal.
Segura, escondida,
relajo mi grado
ante un apostado
de paso marcial.
Lo veo, se acerca,
café será amargo
si no pasa largo
de mi posición.
Mamita llorada
por tiempo infinito,
si es solo un viejito,
no un tosco huevón.
Solo un ancianito
de presencia ajada,
mirada asustada,
brillo de pedir.
Se para, no encuentra,
perdió referencia,
la tos se silencia,
no ve donde ir.
Tristeza dibuja
en tez lacrimera,
ocelos vidriera
parecen llorar.
Suspiros de un alma
que suenan lejanos
y unos pies decanos
retornan su andar.
Hay algo curioso,
café terminado
con propi pagado,
calor en mi piel.
Corriendo me salgo,
impulso me llama,
sin voz me reclama
el andar tras de él..
y eso que me impulsa,
duro teorema,
es algo que quema
sin fuego ni fe.
Detrás del anciano
se abre el laberinto
que muestra el instinto
y no sé el porqué.
Observo de cerca
pues la cercanía
anima al espía
que hace por saber.
Figura sentada,
y otra clandestina
avanza, camina,
no quiere volver.
Azares de vida
tan poco corrientes
son siempre impacientes
con el estupor.
Dicen los proverbios
que el tiempo es certeza,
y lo es, con pureza,
si asoma una flor.
Allí, frente a frente,
mirada en mirada,
dura y asombrada,
viejo y maniquí.
Señor, ¿por qué llora?
¿Qué busca, qué espera?
¿Si no soy cualquiera,
qué quiere de mí..?
......
(habla el abuelo)
Misma boca, mismos ojos,
los que perdí ha tantos años
cuando lloraban de rabia,
cuando brillaban tan claros,
y quizás, solo quizás,
misma edad bajo los astros.
Toda una vida buscada
hasta por suelos no patrios,
y es ahora, ya es el tiempo
que está reclamando el diablo,
por lo que yo repudié,
una niña y su embarazo..
Misma cara, mismos ojos,
tantos años ya pasados..
(respuesta)
Yo, solo de paso
con boca extranjera,
con labios de cera
sin nada que hablar.
Un tiempo antiguo hay
con su voz, con su eco,
y en permiso de hueco,
el don de escuchar.
(abuelo)
La vida persigue errores
y los muestra en los espejos,
como se muestran memorias
de los mas tristes confesos
que preguntan, que interrogan
sobre pasados recuerdos,
y saben tan bien urgar
en las heridas de un viejo.
Yo malogré lo preciado,
vil cobarde y escremento
que amasaba negra harina
para cocer los complejos,
los que solo saben de odios
y de los malos deseos.
Pero niña, yo busqué.
Busqué por propios y ajenos,
persiguiendo mil perdones
por jardines, por desiertos,
allí donde había indicios
de su paso, su ejemplo.
Mucho tiempo me tardé
en encontrar mis anhelos,
mas solo encontré una cruz
coronando un joven cuerpo,
y el fruto del embarazo
que desenvainó el acero,
no existía, ya no estaba,
tan solo quedó en mi sueño.
No hay perdón, no debe oírse,
no queda un Dios con un credo,
no quedan dulces ni besos
que hagan más corta la espera,
más corto el último invierno.
Misma boca, mismos ojos
dando sorpresa en el gesto,
misma sorpresa a lo extraño
sin saber que lo más cierto
es lo que muestra el destello.
Es momento de volver
a donde no corre el viento,
y donde dicen las horas
que por fin se acaba el tiempo.
(despedida)
Señor, ¿ya se va?
Veo, no es extraño
quién en cruz, cada año,
deja linda flor.
¿Y será flor de hado,
historia ya escrita
que al leer, recita
la voz de su autor?
Es el tiempo el que dona la ventura
de un perdón, y el saber donde encontrarlo,
y hay silencios a la hora de rogarlo
en un nombre grabado en sepultura.
Qué silencio da calma a la locura,
qué reposo se encarga de besarlo
y qué voz cantará para sanarlo
con la letra que al alma siempre cura..
Yo no espero que se muera el pasado
mas no espero que viva en el presente.
Yo no espero al dolor como modelo.
Yo si espero el cariño regalado
mas espero el regalo transparente.
Solo espero ir a casa con mi abuelo.
.....
Jhetsefany
(Viaje a Caracas. 2016)
- Autor: Jhetsefany ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2024 a las 19:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 24
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, ANGHELUZ., Santiago AlboHerna
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