La soledad se mueve como un incendio de un fuego que yo mismo he provocado, lo consume todo y a mí me deja vivo.
Es la realidad de cuando me veo al espejo, una cara cansada, yerta de no llorar, es el apacible silencio que vacía el espacio de mi mente, llenándolo todo con el insufrible peso de las ausencias que aplastan mis desvelos, que me quitan las gotas del sueño. Decir que estoy aquí, solo, bajo una lámpara de luz blanca a la lluvia de lo extraviado, es igual a decir que no existo, porque de apoco me fui integrando a la nada, hasta que la nada era imperceptible, como personas a las que conoceremos, nadie de ellos existe ahora, pero incluso a ellos el fuego de mi incendio los consumirá por completo.
- Autor: Roel Ybañez ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2024 a las 20:12
- Categoría: Triste
- Lecturas: 10
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