Qué extrema pequeñez estoy sintiendo
ante tantos milagros que me rondan.
Está esa mujer… están los hijos,
el sublime fulgor de mis contentos,
esquivos a veces u olvidados
y que han cobrado tanto, pero tanto brillo
que minimizan mi ser hasta ese extremo
de saber que lo único que importa…
¡es el descubrimiento de ese cielo!
¡Están los hijos… y esa mujer que me contenta!
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2024 a las 14:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
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