Al Dr. Eduardo Grande.

Patricia Aznar Laffont





Estoico,

Grave,

Empático,

Sobrio,

Es el Ser y la Grandeza,

Su Elegancia, Delicadeza y Conocimientos Supinos

Salva las Almas

que en Angustia Recurren a Él.

 

Su Nombre Sólo

Embiste de Sabores Fragantes y Frescos

a quienes como Yo,

No han Aprendido Jamás a Vivir.

 

Entre la Oscura Oscuridad que por Veces,

Enloquece,

entre Vientos Huracanados

y Pensamientos de Hielo,

entre las Brasas de mi Cegada Memoria

Allí lo Encuentro,

Allí, Siempre Está...

 

Su Voz Pausada,

Su Honor Intachable,

Su Comprensión

hacen de Él un Ser de Luz

que Alumbra mi Espíritu.

 

Vuelvo a Sentir, ese Sentir 

que Jamás se Escucha:

la Tranquila Tranquilidad

de mi Alma,

que se Mece al Compás

de su Nombre Admirado:

¡Es el Doctor Eduardo Grande!

                                                                                                                       

¡Mi Eterno Agradecimiento, querido Doctor!

(Patricia)

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