La magia de la desconcentración…

Hermann Garcia

Escuchando el ritmo alterado de la magnífica música 

la paciencia rinde sus frutos 

y los acordes vuelven a su origen 

agradando los sentidos heridos.   

Intento no escuchar el paso del tiempo 

quien, como siempre, es imbatible y arrasa con mi ser 

a lo cual yo decido escuchar su rápido marchar 

siguiéndolo con la vista 

descubriendo que es mortal 

fingiendo ser eterno 

soñando no existir.   

Alegrado por permanecer un segundo sin tiempo 

el cual tomo y lo digiero 

encontrando en la dulzura de sus entrañas 

la magia de la desconcentración 

la cual vuelve y mira esta hoja 

y analiza las letras que se agolpan en mi mente 

y se extienden por mi mano...

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