Huevo y Jamón
Fiebre en el alma,
y el desayuno que huele a huevo y jamón,
y no existe ni un perdón,
cuando duele la calma,
que en vez de amar,
quedo en desamar,
la fuerza y la voluntad,
en liberar al alma sin libertad,
y es mi tiempo,
como en el cuerpo,
una sola salida,
como en total herida…
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez
EMYZAG
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.