Jesucristo; dame un motivo por el cual debo ver partir lo más amado y querido que forma parte de mi.
Tu fuiste traicionado, crucificado;
María lloró por ti, hasta morir.
Por qué truncaste su vida.. mi vida?
me dejas sin el brillo de sus ojos,
el calor de su cuerpo, sin su rostro..
rostro que tantas veces acaricie y besé.
Sabes que muero si no percibo su aliento, su despertar cada mañana..
Sus abrazos de aún mi niño pequeño,
¡Cuanto te necesito, hijo mío!
ahora solo queda el tormento.
Cuánto sufrimiento causado
a los buenos corazones.
Jesucristo; dejas la escoria humana,
lo peor de la existencia en la tierra,
causantes de terribles guerras,
malicia, odio y dolor.
A veces es complicado comprender
si arriba, donde nacen las estrellas,
solo hay oscuridad, silencio, o nada.
Hoy el camposanto quedó inundado
de tristeza y lagrimas derramadas,
¡Tan solo tenía treinta y dos años!
Por qué ... Por qué me dejas sin el?
Ya todo será distinto
si no le vuelvo a ver.
Seguiré mirando al cielo
rezando una plegaria.
¡Descansa en paz hijo mío!
Un año después de su partida.
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Autor:
José López Moreno. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2024 a las 16:31
- Comentario del autor sobre el poema: Dedicado al hijo de un gran amigo, Fallecido en accidente de tráfico al regresar del trabajo a su hogar.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 63
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