En mis largas noches de interrogatorios a la luna; la pregunta recurrente era, precisamente, cuál fue el punto de inflexión en esta historia;
Si había sido la suavidad y delicadeza de tus caricias
O tal vez el fuego interno que tus labios desataban al chocarse con los míos;
Quizá podría haber sido la dulzura con la que dibujabas paisajes en conjunto,
O que tu perfume característico me albergaba y dejaba estaqueada, de manera inevitable, junto a vos;
Posiblemente fuera que incluso, en mi oscuridad repleta de demonios, supiste como ser luz;
Aun siendo consciente de que contemplar un ¨nosotros¨ era algo realmente impensado.
De todas formas, en mis largas y eternas noches de interrogatorios a la luna, no faltaban nunca los que te involucraban
Y en los que le rogaba a ella que te mantuviera aquí a mi lado,
Sin importar verdaderamente porqué hoy coexistimos en este preciso instante;
Ni tampoco lo que me trajo a contemplarte a pocos centímetros de este incendio que provocas cuando te miro, y admiro.
Comentarios1
Gracias por tus letras, poeta!
Buen domingo! 🌸
Gracias por leerme, saludos!
👍
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.