Era una mañana soleada en Maracaibo, y Nere se sentía feliz de tener un momento para ella. Se había levantado temprano, había ido a su cafetería favorita, Se sentó en una mesa junto a la ventana, y disfrutó del mar del aroma y el sabor del café venezolano, recién molido y preparado. Mientras sorbía su taza, observaba el movimiento de la olas,
Una mañana soleada decidi salir del pueblo, y me fui para la ciudad, deje atras en el camino recuerdos del ayer, de cuando trabajaba la tierra y cosechaba vegetales y frutas desde las siete hasta el atardecer,
Despues de dos horas de viaje llegue a caracas, venezuela, aqui visite lugares historicos, museos y hasta el teatro mas grande de la ciudad, para despues irme a dormir, pues el cansancio como la noche, se apodero de mi.
Al otro dia , al amanecer , me levante de repente, pero con las ganas de volver al pueblo, y salir del ruido de la ciudad, para volver a sentir el calor del sol en mi frente y en mi cuerpo, y volver a ver los llanos verdes, donde se amontonaban las vacas y los arboles de mango, con tan buena suerte que despues de horas de viaje llegue al pueblo que tanto extrañaba, donde me esperaban los besos y abrazos de mi mujer amada.
Jorge Serra.
Una madrugada a las 4:00,
salí para observar el crepúsculo,
y con mis tentáculos de mujer atrevida,
sólo ví a una mañana soleada,
sin café en mano,
sólo con mis propios ojos,
sentí renacer el sol,
desde mis entrañas,
dando calor y vida,
amor y corazón,
y el latir de un corazón,
y con total razón,
se me fue el alma,
y llegó la vida,
sólo una mañana soleada,
quise ver al sol,
y mis ojos lo vieron,
desnudo y en la rica perfección...
Zoraya (EMYZAG) Puerto Rico
Una mañana soleada te vi en el maizal, estabas bella como siempre, vestida de ropa casual, me dijiste que te acompañara,
que dieramos una vuelta por el pueblo, para ver las flores del campo, y saludar gente que conocias de hace un tiempo atras,
Por lo que fuimos los dos juntos por la avenida, vimos tienda, comercios , tomamos refrescos, comimos arepa, y para terminar un pedazo de pan y una chicha, lo que nos dio energia para seguir nuestro camino, hasta que a los 15 minutos vimos un campo de flores, luego un tanque de agua, y por ultimo unas casas con gente en los portales, que nos saludaron rapido pues ya la tarde como que aparecia, pero sabiendonos felices de haber aprovechado el dia, para despues de unos minutos terminar en la plaza del pueblo, al lado de la estatua del libertador, Simon Bolivar.
Jorge Serra.
- Autores: mujer del mar (Seudónimo), jorg serra, EMYZAG
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 12 de marzo de 2024 a las 09:30
- Límite: 15 días
- Invitados: Libre (cualquier usuario puede participar)
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 40
- Usuarios favoritos de este poema: Nereida Quilarque
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