Canción enceguecida
entre los árboles raída
como felpa de maíz.
Mazorcaré tres fuegos
que doblen
cuando suena el bandoneón.
El quicio mosquitero
que gira como quiero
aleteando de sabor.
Los mismos que eran antes
son duendes del destino
son hadas al camino
como vos
y yo.
Aguijones
que pican la raíz
absorberán la savia
y el marfil
del fuelle
-no misil-
canción de paz.
Quimera fantasmal
¡retuércate!
atornilla como filo
de violín,
como astilla
bronce vivo
ludoteca, pan y vino
tango loco
tus vinilos
y el balero
allá...
en mi Plaza Dorrego
y un chanchán
viejo zaguán.
Las mascotas de la vida
perro amigo
gato, gran compañero
adoquines
y paredes del ayer.
Junto al muro
ladrillesco,
damajuana de vidriera
vino sin, pero cualquiera
su pasado novelesco
puede ver.
Almacén de antigüedades
¡qué recuerdo cambalache!
con Discépolo
y Bozán
un cuchillo de Tarzán
pluma fuente
rompenueces
dos remedios marca Roche
zapatero fue Don Chiche
la valija en lo de Palmi
y Ricamón, en Garay.
- Autor: Gustavo Affranchino ( Offline)
- Publicado: 26 de febrero de 2024 a las 21:37
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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