Malditos vicios que matan, que tienen nombre y apellido,
esos vicios que destruyen el alma,
droga maldita droga que solo arruina el corazón,
sábado de éxtasis y domingo de ansiedad y abstinencia,
nicotina que devora la mente con mentiras.
Siempre cayendo en la misma basura,
mendigando de esquina en esquina un poco de atención,
pagando por besos y abrazos vacios, palabras disfrazadas de bonitas ilusiones y terminaron siendo nefastas.
Rehabilitación que no sirve de nada, droga que siempre vuelve a deteriorar la fortaleza del espíritu, regresa para burlarse de la buena voluntad, de la sinceridad y la pureza, alterando la percepción de lo bonito de la vida y consumiendo lentamente la felicidad de quien prueba la adicción de su aroma, de esa droga mortal como exquisita que solo dan problemas y dificultades.
Llanto que parece nunca acabar, encerrando en oscuridad que parece jamás llegar la luz, con dolor de ese que jamás parece curar, heridas que parecen jamás se van a cerrar, droga maldita droga que lastima y no deja salir, quema y envenena y hace perder la razón sin más no poder volver a existir.
- Autor: Lorraine Sanchez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de febrero de 2024 a las 21:19
- Comentario del autor sobre el poema: Volver a caer en adicciones que matan.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Mauro Enrique Lopez Z., Lualpri
Comentarios1
Mi droga es la poesía. No puedo vivir sin ella...
Aunque me duela...
La poesía es la cura para mí. Gracias por tú lectura apreciado poeta.
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