Siento que me hace falta alguna flor,
perdida en un inmenso laberinto,
aunque pueda salir del laberinto,
difícil coincidir con una flor.
Encontrar la caricia de un perfume
sediento de un candor de fina fama
como el sonido y eco, de una fama
que se va transformando en un perfume.
Escuchar por momentos la mirada
de alguna mano que me abraza, siempre
la vista de los dedos que están siempre
mirando, siempre, siempre la mirada.
Y cuando se aparece algún camino
Y cuando se resalta una emoción,
se busca un palpitar de la emoción,
seguramente vive en un camino.
Ver pasar lo que pasa, es amoroso,
como ríos, en luvias de los mares,
como fuente de montañas y mares
como un cantar de lo más amoroso.
De vez en cuando se alza una sonrisa
como pronosticando sentimientos
que concurren en otros sentimientos
de las mismas pasiones, la sonrisa.
Canta la voz de la piel de los cuerpos
líricos, silencio en lo más profundo,
Y que solo pensar en lo profundo,
estremecen las almas y los cuerpos,
los que danzan al son de la guitarra,
que es donde se desnudan los amores,
los que viven y matan, son amores
en el rincón perfecto, la guitarra.
- Autor: José Ángel Pineda ( Offline)
- Publicado: 29 de febrero de 2024 a las 23:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: José Ángel Pineda, alicia perez hernandez
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