La flor se acuna en el aire
y se mece al son de brisa,
mientras su desnudo cuerpo
se adormece en las caricias.
A cambio, en su gratitud,
le entrega su mejor esencia,
aroma de su virtud,
para que el viento la extienda.
- Autor: RICARDO V ( Offline)
- Publicado: 6 de marzo de 2024 a las 08:25
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 6
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