Estuve… estuve así, sin querer, pensando en ti, pensé en ti cuando me desperté, horas después, en el transporte público y aún después de nadar en la multitud del gentilicio, cientos de poblanos…
me seguí acordando de ti, entre un montón de rostros desconocidos, unos cuantos parecidos a los que se ven en los sueños y me seguí acordando de ti, cuando caminé entre esas calles que sé muy bien frecuentas casi a diario, pero en horarios en los que es imposible encontrarnos, caminé y me acordé de ti, pero, realmente, ¿De qué me acuerdo?
De nada, quizás, solo quizás me brinca el corazón sabiéndote extraviada en mis recuerdos, aún sé cómo se deletrea tu nombre, pero que no me acuerdo del sabor de tu piel, y tampoco del peso de tu cabeza reclinada sobre mi hombro, ni de tu calor, ni de tu voz y mucho menos de tu acento, pero me acuerdo de ti, de algo que no entiendo, me acuerdo quizás, del cariño que te guardé en silencio, me acuerdo de esa luz, muy allá, al final del fondo oscuro de tus ojos, me acuerdo de las cosas que hacías que nadie más haría por mí, de eso me acuerdo.
Pero de lo demás, te juro que lo he olvidado por completo.
- Autor: Roel Ybañez ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2024 a las 16:54
- Categoría: Amor
- Lecturas: 6
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.