Mi cielo

En un día lluvioso, no cualquiera es capaz de disfrutar el sonido del cielo cayéndose.

No cualquiera, percibe el beneficio viéndose.

Quizá si fuéramos una flor, cantaríamos alabanzas por las buenas noticias.

Quizá si fuéramos una persona indigente, lloraríamos de la angustia.

Cuando mi perspectiva hacia una persona cambió,

supe en ese momento que las carencias que me entregó

durante tantas noches indigentes,

ahora me convertirían en una flor.

Me miras, pero no siento necesidad de verte.

Me miras, pero mi corazón ya no te sonríe.

El anhelo y le desdicha que me vestían, ahora se tiñen de blanco.

La lluvia las está limpiando,

cada uno de mis pétalos se extiende con fuerza y me visten prominente hacia el sol.

Me ignoras, pero agradezco que ya no me busques.

Me ignoras y doy las gracias.

Agradezco que tu clásico egoísmo asesino ahora sea quien me subleva y me lleva raudamente hacia un futuro mejor. Un futuro donde no odio, donde no lloro, donde no extraño.

Te intenté dar todo, pero tu carencia emocional insaciable podría agotar hasta la ultima gota que cae del cielo.

Mis lágrimas pararon, por fin dejó de llover.

De un día lluvioso, pude florecer.