Aunque el tiempo conservaba en su memoria
ecos y reverberancias de felices carcajadas,
la sobriedad de nuevos contentos se hacían nido
en ese mirar contemplativo del maizal
desde lo alto del peñasco.
La figura señera de mi padre, abstraída
y en calmada quietud se destacaba en el glauco
de un entorno campesino y envuelto
en la armonía de ondas sonoras.
El sol se iba a su descanso y la tarde, en agonía,
teñía al campo con un escarlata generoso
y se llevaba ese azul de espejo de los cielos.
Yo, henchido de orgullo por ser su hijo
lo observaba y en introspección honda,
cavilando sobre la bondad de su aura
que me había dejado esa herencia plena
y sin sombra de desilusión alguna.
De mi libro “Del ser de mi existencia”. 2018 ISBN 978-987-4004-71-0
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2024 a las 09:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 9
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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