**~Novela Corta - El Pecado Inmortal~**

Zoraya M. Rodríguez

Novela Corta: El Pecado Inmortal

Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez

Seudónimo: EMYZAG

Comenzada: 3 - 5 (9 - 13) de marzo de 2024…

Publicada: 14 de marzo de 2024…

Terminada: 13 de marzo de 2024…

Editada: 13 de marzo de 2024…

Mi #9 de novelas cortas en el año 2024…

Mi #164 de novelas cortas hasta el año 2024…

7031 Palabras 10 Páginas






~ * ~Sinopsis:

~ * ~Amin posee un pecado, el cual, es de su vida pasada cuando en la juventud lo perpetró todo, y fue poder vengar su vida y ¿cómo quedó la chica?, sin amor…         






Sucesos 



  1. El pecado de Amin…en la juventud…
  2. ¿Cómo hace Amin para olvidar su vida y el triste pecado?...
  3. ¿Qué hace Amin para tratar de realizar la vindicta?...
  4. ¿Cómo es posible que el alma y el corazón de Amin no tengan sentido?...
  5. ¿Dónde ocurre la vindicta?...
  6. Y el hombre de su pecado, ¿cómo queda después de la venganza?…
  7. ¿Cuánto tiempo transcurre desde que quiso vengar su vida?…
  8. ¿Cuál es el pecado inmortal de Amin?...
  9. ¿Cómo quedó la chica después de la venganza?...
  10. Y qué le ocurre a Amin después de la cruel venganza que perpetró… 









Amin, una chica de las que hay que tener respeto en la calle, es una jovenzuela decidida y parca entre las relaciones que posee desde muy jovencita. Amin y cada relación que ha tenido le ha dejado una marca trascendental y una huella muy imborrable, pero, dentro del alma. Amin, lleva una vida desordenada, poco usual, y en libertinaje. Amin, sólo, quiere y desea de la vida ser feliz, pero, su insistente corazón y persistente alma no la dejan sobrevivir en el mundo en que vive. Amin, sólo, vuelca su forma de ser en un impetuoso desastre en converger lo que desea ser en la vida, una mujer con ímpetu y decisión deliberada en la vida automatizando su propia voluntad. Amin está en plena juventud, pero, su corazón y madurez la llevan por el sendero amargo de la vida y del existir con la misma pasión que lleva a su corazón amando, aún, más. Amin lleva la vida como tormento y como tempestad solamente dentro de un vaso de agua sin saber que existe el mar para hacer y realizar todo maremoto y todo torbellino dentro de ese mar. La vida de Amin queda con dolor y todo porque en la vida encrudece de tiempo de soledad y de infelicidad cuando atormenta la vida en una sola mala persistencia. Amin queda con un dolor en el alma desde que los hombres creen de ella lo peor. Las mujeres en prostitución eran mujeres muy ligeras, pero, Amin, aunque era callejera su vida no llegó a perecer en la prostitución y aunque muchos hombres la miran con cara de prostitución. La vida de Amin quedó inalterada, confundida, inestable y muy perecedera a la prostitución de la calle más transitada y transcurrida por hombres en busca de sexo. La vida de Amin queda malherida desde que se fuga de la casa y del hogar donde prácticamente no le brindan amor. La jovencita decide ser nómada sin tener un lugar fijo dónde vivir. La vida para Amin quedó entristecida, adolorida, viviendo del sustento callejero, sin amor, sin compasión ni amistad alguna. Amin aprende una cosa en la vida y es poder sobrevivir, a pesar, de la debilidad del alma. La muchacha lleva consigo la vida, el amor propio y la insistencia en poder amar y ser amada, pero, la vida juega una carta importante y, es la carta decisiva en poder ser alguien en la vida. La joven llamada Amin recorre de punta a punta, de esquina a esquina la triste calle donde está la perdición. Amin, quiere y desea ser alguien en la vida, a pesar, del corto amor que lleva dentro de su corazón. La juventud de Amin se va por el acantilado tan veloz como el viento y tan rápido como el dolor si comienza a decaer profundamente con una pena que le embarga el corazón. Amin, sólo desea ser una joven con sueños, pero, llega un hombre a su vida, el cual, le hace mucho daño y utiliza a Amin como una prostituta. Amin no se percata de nada hasta que ése hombre le trae otros hombres al hogar para prostituirse. Amin sigue el juego, pero, hasta que se cansa de él, de ése mal hombre. Amin recoge sus cosas y quiere marcharse del hogar donde se prostituye. El hombre detiene a Amin en la puerta y hace más prostitución con ella, más, que antes. Amin no sabe cómo actuar en la forma en que es prostituida en el hogar de ése hombre cuando perpetra lo peor en salir airosa con una sola salida en trance. Amin, sólo, quiere ver el cielo de una alborada llena de sol sin diluvio ni lluvia ni rencor ni malicia sino un sol lleno de resplandeciente luz. La vida para Amin quedó adolorida, maltrecha y abatida con un mal percance en demostrar que su insistente corazón se debate en saber que el destino es frío como el mismo mal tormento. Cuando ése hombre hizo de ella lo que más quiso. Amin, sólo, cumplió cabalmente con lo más establecido por el hombre y que era prostituir a Amin con muchos hombres. Amin, sólo, le tomó el juego hasta que pudiera escapar de las garras de ése mal hombre. Cuando en el juego de la verdad, Amin se vio marcada de una sola espera inesperada en saber que su piel ya no la sentía como antes. El mundo para Amin cayó en redención y en una sola perdición cuando el mundo quedó como de color negro como la noche y su piel quedó de porcelana cuando se compara con los escaques de color de un tablero de ajedrez.

El triste pecado de Amin quedó por siempre en marca trascendentalmente en su piel, en su cuerpo y más que eso en su misma piel dejando caer la amargura, el dolor en su cuerpo y en su mente sin fortuna con un sólo infortunio decae casi su razón. Amin, sólo, perpetra salir lejos de allí para poder perpetrar una venganza o una vindicta casi inminente en contra de ése hombre que la prostituyó sin condición ni conocimiento propio. El pecado inmortal quedó como la letal daga y tan punzante por la espalda. El pecado inmortal quedó intransigente como el poder ser como la mujer más valiente, pero, también más fría de toda la vida. Si Amin quedó como la forma más extravagante que se pueda uno imaginar, pero, su alma, sí, su alma, aún, le pertenecía a ella, porque aún sueña con algún hombre que la ame como ella se merecía. Sólo Amin siente en su perfecto corazón un sólo deseo y era vengar su vida y su existencia con tan sólo vengarse de ése mal hombre que le acechó con poder y con dolor. El pecado inmortal de Amin llegó de cero a cien grados de un frío temor hacia calentar la temperatura de su cuerpo y de su cabeza con sus crueles y más letales pensamientos. Amin, sólo, presiente como el dolor de cabeza y, más, como su insistente corazón una pesadez y una dureza desde su propio instinto una sola crueldad y una sola maldad en su corazón. Amin se halla muerta de espíritu, de cuerpo, de luz y, por sus ojos, sólo, mira con un sólo desdén friolero y todo porque el alma de Amin se siente como se percibe en una sola desilusión o en una cruel decepción por haber sido desertora de su casa y, más, ser huérfana de la vida y de la existencia. Amin, se fue de la casa, sólo logró el acecho cruel de un sólo hombre que la tomó como rehén de la prostitución. Y, sí que a Amin, ése hombre la prostituyó con sangre, cuerpo, ojos y deseando ver y sentir, otra cosa, sólo con el juego del alma, un alma que nunca perdió desde que el recelo de la vida y de la existencia quedó como órbita lunar atrapando el deseo y, más, a la vida. Amin, sólo, deja la fuerza en caer por el profundo abismo, su gran debilidad y su gran existencia por el precipicio frío y tan friolero como el alma sin la luz que emana de su propio cuerpo y de su misma existencia. Amin, sólo, deja una huella trascendental, pero, sin ser tan inocua, sino que es imborrable a su pasar, a su pensar y a su imaginar. El triste pecado inmortal de Amin quedó sustrayendo una sola verdad y una sola insistencia. El amor de Amin en su propia alma deseando luz y ambigüo desenlace se da con un fatal y terrible final cuando en la vida y en el incierto temor arde el fuego de una luz, pero, de esa alma que aún tiene como la luz de sus ojos el sólo mirar, pero, no con una mirada de amor sino con rencor y con odio inmortal. La vida quedó como la fuerza en debilidad y en una sola decadencia que quiso ser como el amor en el mismo corazón. El olvido para Amin era inherente, era como el sol dando luz a todo mundo, era como el diestro calor en la misma piel con que amó tanto y por todos ésos hombres que han pasado por su cuerpo, por su piel y por sus ojos de luz, y, que aún, miran con recato de mujer y es lo único que posee. Cuando la mujer llamada Amin, no le queda ni una mínima idea de lo que fue, una niña con sueños e ilusiones deseando ver el cielo de luz y de una verdad intransigente cuando quedó sólo el silencio frío y con una sola verdad en que el deseo se aferró al frío veraniego que vive y sobrevive por un espanto seguro en su corta vida. Cuando en el alma de Amin se aferró al deseo y a la conmísera mala existencia en sobrevivir en Tierra ajena un dolor y que sólo le pertenece a ella. Si Amin se aterra al deseo, a la fría vida y al sentido opuesto en caer y en decaer en el alma mirando la misma fuerza en destruir el ocaso sin sol deseando mirar por el reflejo de sus propios ojos.

Amin, sólo, escapó de la mala suerte, del deseo y del convenio de ése mal hombre, el cual, la prostituyó hasta hacer de ella lo que era, una mujer fuerte, con indeleble corazón y con un alma que, aún, podía retener y demostrar que la tenía entre la luz de sus propios ojos. Si Amin sólo quedó como la debilidad en el solo corazón, en una sola mirada con la fuerza entre los ojos deseando ver la sola luz. Cuando, Amin abarca como ahorca la soga en el cuello, en el recelo de la mala idea y se siente como el mar hasta esos ojos de luz y que miran desde que pudo escapar de las garras de la verdad que se halló en cautiverio de una sola prostitución. Si Amin y en el recelo de su corta existencia se encrudece de un mal tiempo y de una sola impoluta verdad cuando se aferra al delirio frío de envenenar a su alma con un odio y con un rencor devastador. Si el cielo da luz y sus ojos dan fuerza de continuar la fortaleza y más con la misma insistencia de creer que en el juego de la vida y del amor queda como poder haber escapado de las garras del dolor y de la pena. Amin, sólo, logró escapar de allí cuando logró usurpar su vida y su cuerpo con otra mujer del prostíbulo. Sólo Amin logró escapar como una escena de película o por una triste novela. Si el destino de Amin forjó una luz descendente como la vida y como la esencia inerte como la misma fuerza en creer en el cruel desenlace y tan débil desde su propia alma. Cuando, la muchacha quedó como el desaire o como la lluvia descendió desde el más alto de los cielos y quedó Amin como el tormento o como la misma fría tempestad. Si para Amin desafortunadamente la vida fue de dolor, pena y sufrimiento. Amin, sólo, escapó de allí, de la forma más vil y más terrible, pero, logró lo más real en su vida y en su existencia, poder salir de allí y de esa mancebía que la tenía en cautiverio. Amin, sólo, quiso ser la mujer más libre, más deseada y con aquel libertinaje, ser una mujer en total libertad. Cuando en Amin, sólo, transcurrió un lustro de vida, sólo, quiso realizar una vindicta en contra de ese cruel hombre que la atormentó y que la prostituyó. Ése mal hombre la buscó, la buscó y nunca halló a Amin. La vida de Amin comenzó un nuevo rumbo cuando en el tiempo y en el ocaso se da un sol resplandeciente sin lluvia cuando Amin perpetra la peor vindicta en contra de ése hombre, el cual, la hostigó y la castigó prostituyendo cuerpo, piel y, sin deseo ni ambición cuando sus ojos abren a la verdad, es la certeza más cruel vivida. La esencia y la presencia de Amin se debaten en una sorpresiva sorpresa en demostrar que puede amar, aún, de un cruel pasado, pero, no halla a nadie, queda sola, sólo, tramando y perpetrando una vindicta. Amin, sólo, desea reivindicar su vida y, sí, lo logra logrando escapar para poder ser feliz. La vida de Amin, de ahora en adelante, es una vida apaciguada, sosegada, templada, y muy tranquila. Amin logra recurrir a una amiga de la prostitución para poder salir airosa del trance vivido. Ésta amiga ayuda a Amin y Amin no detiene su caminar alguno en tramar y perpetrar la vindicta acerca de su agresor y al hombre que la prostituyó siendo éste el hombre de su vida. Aunque, Amin quedó adolorida, maltrecha, desolada y en eterna soledad caminó rumbo abajo, cruzó el umbral del cielo y vio una salida en cuerpo y alma, sí, ésa alma que nunca perdió y que edificó el tormento frío en querer vengar su vida. La vida para Amin quedó, sólo, imaginando y pensando en crear y realizar una vindicta después que ha pasado un lustro desde que escapó de las garras de la prostitución por ése mal hombre. La vida de Amin transcurre y discurre un altercado frío entre pensar, actuar y fue más actuar que pensar porque la vindicta ya, llega casi a su fin. Amin, es una muchacha de corazón indeleble e imborrable razón cuando la vida la llevó por el camino pernicioso, pertinaz y malévolo cuando era el destino que no deseó nunca vivir. 

Amin en su propia alma y en su propio corazón se debate en un sólo trance eficaz, lleno de tormenta y de un sólo instante frío y tan cálido como el mismo horror que le dio la vida. La insistencia fría y eficaz como el delirio álgido se edificó como la tempestad destruyendo todo su mundo, su imaginación y sus pensamientos, sólo, con sus sentimientos se encontró Amin. La vida para Amin fue como el torrente sanguíneo recorriendo todo un cuerpo, destruyendo todo alrededor y todo en derredor como si fuera un solo desastre. La vida de Amin quedó en un sentido adverso cuando transcurre por perpetrar la vindicta inminente y el hombre se le escabulle dejando un sólo camino para realizar la vindicta. La vida de Amin corre un gran peligro y es sentir el odio en cada pulso, en cada gota de sangre y en cada pulsación del latido de su corazón. La vida de Amin quedó refulgente, resplandeciente como un sol y como toda sal del mar tan profundo cuando, sólo, crea la vindicta como un cruel tormento. Si Amin en la vida presiente y siente lo que encrudece cuando el terrible tormento se debate entre un odio y un rencor en el mismo corazón. Amin y su insistente corazón siente como un odio trascendental o como un rencor intransigente desde que pudo escapar de las garras del dolor cuando en el afán de ver una salida creó la ilusión de realizar una vindicta. Amin y la vindicta se perpetúa, trasciende, transmuta y transforma como la única verdad que la vida pelea y paga por todo el daño de un engaño malintencionado. La vida para Amin es la fuerza, la voluntad, la espera y la condescendencia en tramar toda vindicta para poder vengar su vida y su existir con aquél hombre que la amó y la llevó lejos de la realidad. La persistencia de Amin en el sentido opuesto del amor que hubo en el corazón, sólo, siente lo que presiente un alma sin la luz que emana de la propia alma. El pecado inmortal de Amin quedó como ser insolvente y como ser la misma alma sin la luz que lleva y que tiene su misma alma. Cuando, en el ocaso de esa tarde, Amin quedó como el sueño pertinaz de un sólo deseo cuando, sólo, quiso hacer real la vindicta más inminente. Amin y su vindicta queda adherida a su alma penitente cuando, sólo, logra tentar a la  suerte por haber salido de allí, en contra de ése hombre, el cual, le otorgó un daño tanto físico como moral. La vida de Amin, quedó como el alma puesta a enredar el camino y el destino frío, sucumbiendo en un sólo mal percance como a toda una vida inestable. La vida de Amin y el sólo sentido quedó tan frío como sentir su presencia en una sola ausencia devastada de álgido porvenir cuando el incierto destino quedó como el sólo frío en el destino y en su camino. Amin y la vida quedó atemorizada, pero, con un valor en fortaleza y en fuerza por realizar la vindicta más inminente que se puede otorgar en talión a un hombre que le hizo tanto daño. El sentido de Amin quedó destrozado en sentido opuesto al amor que un día sintió por aquél hombre que le hizo daño destrozando a su pobre corazón. La razón para Amin se vuelve locura y, todo, por querer hacer real la vindicta, la venganza más cruel y el tiempo más trascendental en su corto existir, es como fugar la vida y sin regresar a la vida. Amin, sólo, piensa y cree que su mundo es tan pequeño, pero, muy grande en la fuerza por realizar la vindicta. El sentido de Amin se volcó en un sentido opuesto al amor, a la vida, a la certeza de vivir y a la forma provista de querer ser una mujer con un daño físico y mortal como fue prostituir a fuerza de una relación. Amin se convierte en la mujer, en la suerte y en la fuerza por irrumpir un sólo destino, un sólo camino y era poder hacer verdad que la vindicta pudiera ser cierta como el latido de su corazón . Amin y su sentido quedó atemorizado, devastado y desmoronado cuando en su corazón hubo una corazonada y fue haber escapado con suerte.

Amin y la vindicta quedó directa como fue destrozar su vida, pues, así, fue la venganza de Amin contra el hombre que abusó de su destino y de su camino. Amin crea y realiza la vindicta más potente con tanta fuerza que quedó débil en el corazón. Amin, sólo, cree que el hombre que le atormentó y que le destrozó el alma es un hombre fuerte, con ímpetu, deliberando decisión, pero, no, no es nada más que un hombre. Amin, sólo, recrea en la imaginación cómo realizar una vindicta, una venganza cruel y una camorra en contienda por el amor al marrar la vida. La presencia y la esencia de Amin en deliberar una vindicta es atemorizada y espantada por temor a ser la mujer maltratada, prostituida, ajada, como una rosa que queda marchita. La vida para Amin queda maltrecha, deliberada y automatizada esperando por un tiempo para poder realizar la vindicta más fuerte de toda la historia. La vida de Amin quedó atraída por el temor a ser como el dolor, pero, el alma y el corazón quedan fuertes para poder amar a la vindicta. Amin concuerda una cita con aquél hombre que le atemorizó el alma y es en aquél café de la esquina donde Amin cita a ése mal hombre deliberando una forma, una manera en poder caer como tormento, como vil momento y como una terrible vindicta inminente que quiso Amin. Amin cree que es como el ave poder volar lejos y, sí, que voló lejos, pero, el alma quedó presa en ese cuerpo cuando su alma no la liberó con un perdón. El alma de Amin quedó presa como adherida a la luz de sus propios ojos cuando ve, mira y observa que el mundo gira como una bola de cristal y que el cristal que protege al mundo es su cuerpo prostituido, maltrecho, maltratado y que jamás ése hombre olvidará la vindicta de Amin. Y, se realiza la vindicta de Amin en la cafetería de la esquina dando todo por el todo y esperando que el deseo cumpla lo prometido de la vindicta. La cafetería de la esquina se viste de ¨glamour¨ cuando en el afán de realizar la vindicta se torna exasperada y atormentada como el destino cruel de un corazón que sabe vengarse de la vida y, más, de ése cruel hombre que le atormentó la vida y la poca existencia. Si Amin no se privó de nada en  la vida y de la existencia cuando se torna áspera la vida y tan amarga como el deseo. Amin quiso vengar ilusiones, sus sueños, sus anhelos y más que eso su cuerpo y su alma que, aún, la tenía en el cuerpo porque como ella dice que…. -“mi alma no la tiene nadie más que yo misma”-. Y Amin fue el sendero y más que eso fue su rumbo, su manera de observar y de realizar la vindicta quedó maltrecha, desolada, en una soledad devastada y mortificando la vida. Amin quedó como los celos y como el llanto mortal de una mujer que perdió a su cuerpo y, más, al tiempo desolado, abatido y en una sola mala insistencia. Si Amin quedó en la cafetería llena de un estupor y de un pudor lleno de ambición y codicia, llenando a la vida de un sólo deseo y queriendo derribar la calma quedó Amin. Amin, sólo, decide amar la vida y la insistente cruel herida que le queda mortificando la seriedad del alma. Amin, llega a la cafetería disfrazada de prostituta cuando se percata que el hombre no llega al punto de encuentro cuando se llena de estupor y de pudor con la gracia de un tormento en su cabeza, sólo, imaginando y pensando en su vindicta más cruel. Amin cree en el pudor y en la venganza hecha mujer en la suerte de caer rendido ése hombre a sus pies y en poder realizar la vindicta más inminente que un hombre se pueda imaginar. Amin disfrazada de una mujer valiente lo da todo por el todo y es en la cafetería , sí, allí, donde se atormenta el delirio, donde va y viene el recuerdo y, la vida pasada que se restriega en contra del buen recuerdo. Amin no tenía buenos recuerdos más de lo vivido cuando su vida, la malicia y lo maltrecho se interponen en su existir. La vindicta se realiza en la cafetería y Amin disfrazada de valiente torna la vida exasperante.

Amin recorre de punta a punta, de esquina a esquina, pulso a pulso, gota a gota en las venas la pasión por realizar su vindicta. Amin crece como leona, pero, su alma siempre será de una niña empedernida, de un amor de juventud y de una pasión plena. La vida para Amin queda adherida al mal tiempo, a la tormenta, a la tempestad, al frío invierno, al cuerpo sin calor, alma sin luz y labios sin besos. Amin realiza la vindicta en la cafetería con arma letal en mano, con ímpetu, con valentía, con pudor y sin sorpresas en la vida barrió el suelo con ése mortal hombre, lo cose a balas vivas y sin poder a su mano detener lo hiere y hasta lo mata. El punto de encuentro era allí, en la cafetería donde Amin concuerda una cita con él, se disfraza de prostituta, lo hiere y lo mata con balas de verdad de un arma letal. El hombre quedó desolado, maltrecho, sin vida y, más, con el recuerdo de Amin en cruel y vil venganza, una venganza hecha mujer y una vindicta real porque cuando Amin escapó de las garras de la prostitución y todo hecho por él. Amin quedó adolorida, maltrecha, abatida y mal inconsecuente. La verdad quedó en manos del dolor y la vil venganza en una mujer valiente, Amin quedó adolorida, maltrecha, abatida, inerte e inmóvil en el corazón, un corazón que lo entregó todo, pero, quedó sin latidos, sin ser vivo con un adormecimiento anestésico sin sentir absolutamente nada en el corazón. Amin con arma letal en mano dispara sin ciencia incierta y con dolor en el corazón dispara directamente al corazón de un hombre que le hirió el corazón a muerte. Amin debate una espera cuando en la cafetería se siente el dolor vivo en el alma, se presiente la espera inesperada exasperada cuando en el alma de Amin irrumpe en un llanto desolado, en un dolor inconsecuente que deliberó una decisión fatal, fue, era y es disparar fatalmente a ése mal hombre. Amin, cuando su dolor le cegó a los ojos, la pasión y el dolor en el corazón le entristeció el alma, tomó el arma letal en sus manos y a ése hombre le disparó al corazón. Amin con fuerza, fortaleza en el alma y sin luz se desprende de su propio corazón, de su propia vida, de su propia libertad y vengó con vindicta en mano, con un arma letal su vida, su tiempo, su pasión, su amor la redención y más que eso liberó a su propio corazón del dolor. Amin, un día, imaginó, pensó que la vindicta fuera letal, mortífera, hostigadora y adolorida en el alma porque fue su vida y no la de otra que quedó atrapada en las garras de la prostitución, fue todo por un mal amor y por un hombre que no la amó como ella creyó, ser amada. La vida para Amin fue devastadora, desmoronada, con una corazonada, con un pulso a latir cuando se aferró a la muerte, a la venganza, al vil momento por quedar huérfana o desertora de un amor que no la amó como ella se merecía. Amin quedó en soledad, con un dolor inconsecuente, con el alma devastada y con el corazón destrozado de un sólo espanto. El hombre cayó al suelo de la cafetería con café en mano, con las ilusiones, las esperanzas y los anhelos de Amin en el corazón porque cuando muere en el acto el hombre que mató Amin supo su nombre y fue la última palabra que expresó cuando cae al suelo con un disparo al corazón por una bala certera, con certeza y con valentía. Amin recordó a su vida, a su pasado hace más de un lustro cuando ése hombre le violentó el cuerpo con otros hombres. Amin quedó adherida, sorpresiva, sin percance, sin ilusiones, sin sueños ni anhelos, sólo, con un corazón adolorido, el cual, no siente ni amor propio.  Amin con arma letal en mano no sabe qué hacer, si quedarse en la vil escena o salir corriendo y Amin disfrazada de prostituta nadie pensará que fue ella. Amin, sólo, pensó en su dolor amargo, en la fuerza de cómo le violentaron el cuerpo y cómo ése hombre reía por su gran dolor. La vindicta fue hecha como fue hecha una mujer como Amin.

La vida para Amin después de escapar de ese mal suceso de su vida fue devastadora en clandestinaje y en subrepticia presencia ocultando su identidad para no ser captada por ése hombre. La vida de Amin, gracias a una amiga prostituta, pudo salir del mal trance del trayecto pertinaz y de la fuerza hecha mujer por realizar una vindicta y por vengar toda su vida, si fue como atraer el dolor en camisas de sudores extraños. Amin y la suerte de su mano atrajo un venidero momento y un lustro lleno de trabajo y riquezas. La vida de Amin quedó adherida a esa vindicta que formó y que formuló pensando e imaginando como poder hacer real y verídica una cruel y vil vindicta. Amin quedó como la huérfana y desertora mujer la que nunca se imaginó que viviría algo así. Amin quedó en total oscuridad y en una sola clandestina vida cuando Amin se atemorizó de un espanto seguro cuando no deseó jamás ser captada y buscada por ése hombre. El pecado inmortal de Amin fue haber sido una niña ingenua con la vida, con los hombres y, más, con cosas de la vida. Amin se aferró a la vida de un desastre inocuo, pero, muy trascendental es como ser parte de la vida y más que eso acecha con devorar a la vida con una sola vil y cruel vindicta. Cuando en el alma de Amin se vio abatida, adolorida y más que eso quedó con un dolor inconsecuente de caer bajo el precipicio autónomo de dar una sola salvación. Si Amin una mujer decidida y parca con el recelo de su existir y en el afán de creer en el alma muerta, quedó Amin como una mujer sin cuerpo, sin luz, sin destino ni camino cuando en el afán de creer en la vindicta se fue de rumbo y del mundo incierto. Si Amin fue la mujer con más ovarios que ninguna mujer, decida y parca, inconsecuente y muy inalterada en la vida y en el afán de creer que el hombre es un mojigato cuando se enfrenta a una mujer con calibre autónomo y, más, con la mirada fija, la mente muerta y la piel fría. Amin fue la mujer más fuerte y más débil a la misma vez, cuando en el afán de realizar una vindicta fue muy decidida, muy eficaz y, mirando al punto de encuentro, sólo, quedó con la vindicta más autónoma de dar una misericordia infinita entre aquella bala directa al corazón de ése mal hombre. Amin, sólo, presiente realizar la vindicta directa al corazón de ése mal hombre cuando transcurre el deseo de vengar a su propia existencia, lo cercó como quien cerca un jardín de rosas lleno de espinas y, así, fue el dolor, la pena, el sufrimiento, la vida y más que un imperio en sus propios ojos mirando eternamente a los ojos de ése hombre. Amin quedó apenada, sin fuerzas, sin voluntad para proseguir un camino, una senda, un rumbo, pero, por haber escapado de las garras del dolor halló lo que nunca una vindicta al acecho y tan eficaz como haber perpetrado, tramado, y haber hecho realidad. El hombre quedó herido, atormentado, herido de bala mortal y tan letal como la misma muerte. El alma de ése hombre quedó como la debilidad en el corazón, cuando, sólo, supo el nombre de Amin, suspira la última letra de ese nombre y muere en el acto. La mujer disfrazada de prostituta quedó como la gran suerte, como la vida en el corazón, como el dolor vivido y como la fuerza hecha mujer a la fuerza siendo apenas una niña desertora de la vida. Sólo, transcurrió un lustro de vida, después que Amin pudo escapar de las garras de la porstitución y del dolor mal inconsciente al poder realizar la cruel vindicta. La vida para Amin quedó automatizada de un sólo espanto seguro cuando se tornó áspera, amarga como la hiel y como el mismo dolor en el corazón. El corazón sin sentido ni latidos quedó como el desaire sin aire ni viento en la piel que le exprese el camino que debe de perseguir sino que la lluvia ni el sol ni la luna le expresó el camino sino que la lluvia mojando a sus alas sin sentido le brindó el camino hacia la más cruel de las venganzas. Amin toma un arma letal entre sus manos y, dispara a mansalva a ése terrible y cruel hombre que la prostituyó siendo apenas una niña. 

El pecado inmortal para Amin fue y será eterno como la vida, como el corazón sin sentido ni latido, es como una vida impoluta, es como el ir lejos de la vida y saber que no hay más regresos. El pecado inmortal quedó como la más vil de las venganzas en su propio talión, tomando con fuerzas y debilidades inciertas caer desde cero hacia la verdad más impoluta cuando ocurre el transcurso del tiempo y el pecado se llenó de inmortal deseo, de un camino lleno de piedras y de un comienzo sin final. Cuando, ocurre el dolor y más que eso el mal vivir de un sólo mal empezar en el destino sin alas ni viento, ni un corazón con un sentido. Amin liberó el alma cuando aquel disparo sonó como lo soñó un día, en lugar de petrificar la espera inesperada y tan exasperada se formó un delirio delirante de creer en el boleto sin regreso cuando su alma quedó en esa cafetería muerta de un miedo inconsciente. Amin, con el pecado inmortal hecho mujer como una sola mujer hecha de carne y de huesos, sintió la dureza del alma y sin sonrisas ni temores cuando gana un sólo mal tiempo como lo fue realizar una sola vindicta. El amor y el alma de Amin quedan de una forma u otra como la vida con dolor y sin más latir que el mismo dolor en el alma, se fue Amin de esa cafetería y quiso ser como la fuerza en el mismo corazón. Si el pecado inmortal de Amin fue sin razón y con la locura en la testa mató, hirió mortalmente a un sólo mal corazón, no supo lidiar con la esperanza y con el amor que Amin, sólo, tenía en su corazón y, para ése mal hombre. Si el pecado inmortal se edificó de tormento, de iras y de dolores fuertes, sólo, en el alma, Amin quedó como el mismo color negro del luto que lleva su alma. Y Amin sólo quiso vengar su vida, sus sueños, y sus ilusiones, los anhelos quedan sólo en la vindicta, atormentando, edificando y soñando con el sólo dolor mal inconsecuente que, sólo, la llevó por el sendero o por el camino más áspero y más amargo como la misma hiel que siente como un sabor sin ser extraño en el paladar. Y en la garganta de Amin, sólo, siente un nudo y sin poder soltar el dolor, quedó con el pecado inmortal dentro de su propio corazón. Cuando, en el alma de Amin quedó abatida, adolorida y con un mal estado en la cabeza, sólo, pensando, tramando y perpetrando en la vida una conmísera mala vindicta desde que el suspiro de Amin quedó sólo en su corazón bebiendo amargamente un dolor, una ira y una venganza. Y los labios de Amin ya no besan igual, su corazón ya no ama igual y su alma ya no tiene luz cuando en el reflejo del alma quedó, sólo, en un roto espejo cuando los pedazos nunca más se unieron de igual forma y al contrario dejan una cicatriz imborrable en el alma. Y el pecado inmortal de Amin fue como la ira o como el mismo fuerte dolor cuando transcurre como la fuerza indeleble. Amin de frente a ese cuerpo muerto en la cafetería, sólo, sucumbió en un dolor y en un trance delictivo, de niña se convirtió en una mujer, pero, si la venganza con el pecado inmortal, sólo, la convirtió en una mujer asesina. Amin, sólo, siente que el pecado inmortal trasciende hacia un pecado mortal y todo porque cumplió al realizar su vindicta más indeleble, más eficaz y con la buena suerte ése hombre cae en las garras de la venganza de Amin. Amin y el pecado inmortal, el cual, yace ya mortal cuando consume la vindicta en manos del dolor, de la ira y del corazón muerto, frío y sin sentido. Amin, después de un lustro decide vengar su vida y su dolor con una cruel vindicta hacia el hombre que la violentó y sí, que acertó cuando al disparar le disparó directamente al corazón. La vida de Amin y el pecado inmortal la llevó por el sendero oculto, por el clandestino en subrepticio dolor y por el camino donde no se reintegra.

Amin quedó con una alegría consecuente, intransigente, indeleble al corazón sintiendo una fuerza interior muy profunda, si Amin vengó el dolor, a la vida, a la fuerza, al sentido, a la ira, a la percepción, a la niña y, más, a la mujer hecha carne y hueso. Amin quiso que su corazón sin sentido no sintiera el dolor, la fuerza y la ira. Cuando, Amin en el afán en convertir un pecado inmortal hacia mortal, Amin se aferra a realizar la vindicta y, sí, que lo logra y… ¿cómo queda Amin después de la vindicta?, pues, en soledad, sin amor, sin vivir, en la desolación, en el frío viento, llorando con sollozo eterno, con el alma muerta, sin luz, sin paz y sin la libertad que antes gozaba. Amin, por haber disparado a ése hombre, quedó inerte sucumbiendo en un trance delictivo, quedó abatida y adolorida, pero, con una satisfacción hecha carne, hecha deseo, ilusión, sueño y anhelo al disparar a su presa en el mismo blanco del corazón cuando en el alma y en sus sueños se hacieron realidad como una meta, como un logro y como un deseo. Amin quedó bien satisfecha con arma letal en mano y disparó directo al corazón a ése hombre que le violentó el cuerpo con otros hombres. La vida para Amin no cambió para bien sino para mal aceptando que el rumbo, que su camino y la senda cambió de un instante a otro sucumbiendo en una fría cárcel cuando quedó sin plena libertad. Amin zozobró en el instante en que se cuece el alma en frío calor cuando el tormento y la vida quedó atemorizada de un espanto y una satisfacción hecha mujer, fuerza, dolor y más que eso, una ira vengada. La forma y la vida para Amin quedó eternamente encerrada entre barrotes de rejas sin poder ver al sol. La vida de Amin quedó abatida, adolorida, malherida, con un dolor atrayente y atrayendo la ira satisfecha queriendo vivir para lograr salir de allí después de la sentencia, pero, aún no, no era el tiempo posible para salir de una cárcel llena de barrotes de hierro y que atrapó a su vida, a su libertad y más a su amor propio, pero, con un corazón sin sentido y frío satisfizo su vindicta, su venganza, el dolor y el alma la dejó fría, álgida como el viento, pero, con una sonrisa de satisfacción hecha mujer. Y, Amin deliberando entre la razón y el alma, con un sólo corazón sin sentido y tan frío como el agua del mar en una noche impetuosa. Amin lo recordó todo como si hubiera sido un sueño, tramando o perpetrando una fría vindicta se edificó el alma muerta, sin sentido y sin mirar al sol quedó con los ojos llenos de tormento y de una sola verdad inocua, que transfiere, transmuta, y con un sólo trastorno de un trasfondo de una pobre alma que sólo el dolor deliberó un sólo mal tormento. Amin quedó con un sólo sueño, un anhelo y una ilusión bien realizada porque quedó sin amor, sin ser la mujer bella y amada, sin ser como la mujer incierta cuando quedó como la libertad encerrada, atrapada y atada entre barrotes de hierro, por el cual, se edificó el frío tormento que se cree a ciencia cierta que tenía el poder de matar, de herir o de amar, en vez, de matar a un hombre, el cual, le hizo tanto daño. Cuando, Amin en el alma se entristeció de tanto y por tanto por haber entregado la forma, la esencia y la presencia de una niña que se convirtió en manos ajenas en una gran mujer, sí, en una gran mujer, valiente y, muy satisfecha quedó Amin entre los barrotes de hierro, entre rejas donde su libertad se apresó por una cruel y vil vindicta. Cuando, Amin en el alma quedó suelta, en libertad y con una satisfacción carnal, de un deseo y de un sólo anhelo en querer vengar su vida, su amor y, su corazón sin sentido y tan frío como el viento. Amin quedó en la desventura, pero, muy bien atraída a la vida, un corazón muerto, allí, en la cafetería y de frente a ella, quedó con el dolor hecho llanto y de gran sollozo en el alma. Amin quedó atrapada entre los barrotes de hierros, pero, su alma, ¡ay, de su alma!, y del cielo, aquel cielo inalcanzable que ella se veía como la mujer hecha deseo por un hombre que ella creyó que la amaba, pero, era sólo una mentira y que ella fue descubriendo poco a poco.

Amin en la cárcel no quedó bien decidida y se halló, allí, a una mujer, la cual, era la mujer de ése hombre que le violentó el cuerpo y, más, a su alma con una vil prostitución. Y Amin le temía desde que la ve llegar y todo porque en la red de prostitución cayó presa ,con una redada de la policía quedaron todos y todas arrestados y, entre ellos la mujer de ése hombre. Un día, en el comedor de la cárcel le expresa al oído a Amin que…  -¨ése hombre me mantenía viva, ahora estoy muerta como tú…¨-. Amin no supo deliberar la oración ni aquellas palabras tan reales que le dijo ésa mujer. Y Amin quedó en el instante sin fuerzas, con temor de ésa mujer, con el recelo de la vida y de la atracción fría, pero, por las noches en su cama, sólo, soltaba una carcajada de felicidad. Todos cayeron y de aquellos hombres que le violentaron el cuerpo, también, en un deseo y en un frío por enloquecer quedó satisfecha Amin. Amin juró y perjuró que la vida es corta a veces, pero, muy larga en prisión, pero, cada día y cada noche quedó satisfecha con haber matado de un disparo a ése hombre. Y Amin, en prisión entre barrotes de rejas de hierro, miró al sol de sus ojos por haber quedado tan satisfecha con una ilusión, una rica ganancia y una buena suerte. A Amin le dio un infarto en el corazón y cayó entre barrotes de hierro una mujer valiente, una pasión hecha viva, un sueño y una ilusión con un anhelo satisfactorio que con tanta felicidad muere en el acto entre barrotes de hierro. El pecado inmortal de Amin fue vengar su vida, su corazón y su alma sin sentido alguno. El pecado inmortal de Amin fue haber convertido el pecado inmortal a un pecado mortal cuando mató de un disparo a ése hombre que no la amó como ella se merecía. 





FIN                

      

  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de marzo de 2024 a las 00:04
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 6
  • Usuarios favoritos de este poema: Lualpri
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