La mujeres le gustan todas de una mala

de los portales Y la doncella, angustiada por los gritos, se volvió loca con ropas blancas rotas. Montada siendo morbosa con el pelo ondeando Negra de noche y rubia de día. Tan sin aliento fue el terror de las duquesas en la noche aterradora y Oscilante Que el líquido blanco sale de las espuelas de un caballo frenético Extendiéndose salvajemente por la hierba del establo circundante. En la noche borracho con tanto alcohol de viejas reservas De la ginebra y el whisky a la mezcla Y té de jengibre con alcohol. Este maldito invento de la ilusión El líquido suave en la tela. Ropa blanca en las camas. Y en los senderos que siguieron Todo se deslizó por la cara. En las ventanas iluminadas de las luces del techo, los pacientes caen La vida de las ramas de los árboles. vida en el refugio Aún así los vientos marchaban en la frescura de los vientos. Que las estrellas brotaron para caer Este fue el principio y el final. feliz e infeliz De la noche despreciada en las colinas Perdidos y los prados, del castillo más allá en sueños De carnes ansiosas ya rellenas La criada bebio mi leche despacio Sigue ardiendo de tanto frenesí Después de calmarse en la cena Al deslumbramiento de un sueño que despertó al final