Es la Cara Infecunda de la Nada,
es el Palpitar Roto de la Soledad.
Fuga en Refugio.
Sabores Amargos del Mundo
que Mutilados Sacuden los Huesos
y de las Muertes,
las Lápidas de Mármoles Vencidos.
Cima del Orbe,
que Musita sus Dolores al Viento
en la Inmensa Inmensidad,
que Reflejada en un Espejo
Truena,
Desgarra
los Ruidos
de los Negros Empedrados
de una Calle en Desierto.
No Alcanza Ola Rancia de Espuma
de la Savia en Cadenas
de la Mar...
No Alcanza el Hielo Tumefacto
de la Vejez que no Espera.
Llega la Rotunda Inmensidad
que Deshace los Vidrios
de Aquella Ventana
Nunca Abierta
Cercenada de Siglos
por la Adversidad...
Soledad sin Lágrimas.
Ventanas de Maderos
Torcidos.
Muebles Anticuarios
Viejos,
Arañados,
Que Habitan un Mundo
Tan Sordo y Ciego,
como la Sola Soledad.
Inmensa Nada.
Polvo sin Humos.
Alberca Seca de Hieles.
Inmensa
Profunda,
Inmensidad....
(Patricia)
- Autor: Patricia Aznar Laffont ( Offline)
- Publicado: 15 de marzo de 2024 a las 23:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 27
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Andrés Romo, Lualpri, Dante Cruz Velez, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, José López Moreno., jvnavarro, Antonio Martín, Classman, José Valverde Yuste, FRANCISCO CARRILLO, MISHA lg, María C.
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