Moría el día y la luna nacía de color cereza.
Apoyado en una lágrima contenida
veo el sufrimiento amado
de feliz pasado y de futuro incierto.
El final de la vida está allí
encerrado en un ser,
pero triunfante y seguro.
Estoy viendo una agonía
con dolores que no caben
en aguas salinas.
Y la pupila se abre sin florecer
buscando la luz del silencio
para contener a la lágrima.
La luna de color cereza, dejaba morir el día.
De mi libro “Del ser de mi existencia”. 2018 ISBN 978-987-4004-71-0
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2024 a las 08:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
Comentarios1
Hola Justino, un placer encontrarte aquí, tu puma fluye y aunque el poema es triste, es tu arte que
sabe dibujar en un papel tantos sentimientos, te mando un fuerte abrazo Compañero de Pura Poesía.
Muy agradecido, poeta! Me honra tu presencia.
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