UNIVERSO

Amelia Suârez Oquendo

Es hermoso conseguir

versar sobre el Universo

rellenando cada verso

con el placer de escribir.

 

 Los retoños ver crecer

alumbrados con tesón

por la luz que la razón

bendice al verlos nacer.

 

Caminar por las riberas

de un río que caudaloso

te muestra todo lo hermoso

que te dará cuando quieras.

 

Venturoso es lograr ver

por el agua apetecidos

peces que enardecidos

logran por miles nacer.

 

 

No saben que han de atender

para siempre a los humanos

que les brindarán sus manos

para poderlos prender.

 

Reposar sobre la arena

mirando al mar y las olas

que felices danzan solas

con una sonrisa amena.

 

Mi  mente audaz se sentía

 me rozaba un viento fresco

y de un jardín pintoresco

una rosa se escabullía.

 

Hablándole alto a un bicho

que era nuevo conviviente

le dijo ser la regente

y que no era por capricho.

 

Se alejó tarareando

una melodía rumbosa 

creyendo ser una diosa

que un reptil estaba loando.

 

Y con un precioso abrigo

pronto vi una mariposa

que volaba presurosa

en busca de un viejo amigo.

 

No cabía ningún olvido

era un asunto de urgencia

que exigía esa presencia

según le dijo el marido.

 

Un silbido persistente

mató el mutismo reinante

y yo supe al instante

que era muy resistente.

 

Eran entes invasores

o majestuosas abejas

revoloteando en parejas

que estaban libando flores.

 

las forasteras al rato

ya estaban alimentadas

pero no hacían paradas

aprovechando el buen trato.

 

Ellas amaban gozar

ese manjar deleitoso

aunque a veces peligroso

era poderlo alcanzar.

 

El ruido fue acompañado

por el pujante pío  pío  pío

del trinar lleno de brío

de un tomeguín  apañado.

 

Aunque estaba abandonado

en un nido empobrecido

se sentía bendecido

porque no estaba tarado.

 

Todo ese lío terminó

cuando la tarde con maña

se escondió tras la montaña

que en ese lugar creció.

 

llegó la oscura noche

y con ella las estrellas

que alegres como doncellas

alumbraban con derroche.

 

Y se apareció la luna

que por la noche abrazada

sentía que era reforzada

por la suerte su fortuna.

 

La luna feliz bailaba

porque tenía el aliciente

de que con amor creciente

la oscuridad la adoraba.

 

Era ya de madrugada

y había empezado a caer

la lluvia que al parecer

no quiso ser postergada.

 

Ella aún así amenazaba

con un posible anegar

las tierras que eran hogar

de cada flor que allí estaba.

 

Una pregunta acallada

en mi mente melindrosa

mató la voz silenciosa

y se mostró liberada.

 

No volví a preguntar

ya estaba la respuesta

la lluvia estaba pospuesta

y no se inundó el lugar.

 

Y así yo ilusionada

escuchaba la armonía

de una voz que repetía

felizmente entronizada:

 

“mañana el sol quitará

con su calor abundante

toda el agua sobrante

que ya no molestará”.

 

Mañana elegante vino

sin resquemor y sin prisa

con la perfumada brisa

que a la sabana convino.

 

En el área del jardín

y en las otras cercanas

se oscurecieron las canas

que así alcanzaron su fin.

 

Mi corazón como pluma

con un versal de poetas

escribió  estas cuartetas

que no se irán como espuma.

 

Amelia Suárez Oquendo

18/03/2024

 

 

 

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  • Autor: Amediana (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de marzo de 2024 a las 06:41
  • Comentario del autor sobre el poema: Me gusta escribir redondillas. Espero que los 120 versos os gusten. Cariños para todos. Les abrazo en mi corazón.
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 9
  • Usuarios favoritos de este poema: Pilar Luna, jvnavarro, Amelia Suârez Oquendo, José Valverde Yuste, Violeta
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Comentarios +

Comentarios2

  • José Valverde Yuste

    Mi mente audaz se sentía

    me rozaba un viento fresco

    y de un jardín pintoresco

    una rosa se escabullía.

    Muy buen poema estimada Amelia. un abrazo con la pluma del alma

    • Amelia Suârez Oquendo

      Gracias por tu lindo comentario, querido Poeta. Un placer recibirlo.
      Te abrazo en mi corazón.

    • Violeta

      Que hermosas redondillas te han quedado Amelia. saludos cordiales..

      • Amelia Suârez Oquendo

        Violeta, un placer recibir tu agradable comentario. Gracias.
        Te abrazo en mi corazón.



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