Poesía, lo sé, mientras te escribo,
dejo de vivir.
Entrego, mansamente, mis ilusiones,
mis pobres pecados proletarios,
mis vicios burgueses y, aun,
antes de penetrar tu cuerpo,
-tapiz enamorado-
abandono mi forma de vivir,
miserias,
locuras,
hondas pasiones negras,
mi manera de ser.
Vacío de mis cosas,
abanderado de la nada,
transparente de tanta soledad,
invisible y abierto,
permeable a los misterios de su voz,
intento,
rasgo sonoro sobre la piel del mundo
la piel de la muerte
la piel de todas las cosas.
Poesía, sobre tu piel, rasgos sonoros,
esquirlas apasionadas,
imborrables astillas de mi nombre.
(Del libro La Patria del poeta, Ed. Grupo Cero)
- Autor: Editorial Grupo Cero ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2024 a las 16:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, Francisco Gutiérrez, Mauro Enrique Lopez Z.
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