La Danza Eterna de Quetzalcóatl y la Primavera
La historia fue tallada en tablas perfectas,
mezclando pigmentos de colores eternos.
Tu espalda fornida en oro esculpida,
tu pelo azabache entre plumas y jade.
Forjando sueños de saber y de imperio,
soberano en la selva,
rey en la montaña,
tu figura erguida brindaba paz y guía.
Me diste la luna, el sol y el lucero,
el cielo estrellado atestiguó nuestros besos.
Mediste el tiempo en exactos momentos,
abrazos al alma y caricias al cuerpo.
Me hiciste mujer en tu vida y princesa en tu reino,
y en este tiempo,
tiempo de no tiempo,
soy la más amada, reina de tu imperio.
Majestuosa imagen de tu amor en monumento,
Yo la más amada, y después el resto:
dulce Sherezade, que aún cuentos cuenta;
la niña Julieta, amor y muerte cada día;
y Dulcinea, hoy su bondad derrama por las callejuelas.
Me has hecho reina sobre todas ellas.
En la inmensa selva corre nuestra alma,
en cósmicos sueños colmados de acasos,
nuestros pies descalzos, dorados los cuerpos.
Todo amor existe a partir del nuestro.
A.B.A. Versión 2024 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires, Argentina
Imagen :
Museo Nacional de Antropologia in Mexico City
Français : Tête de Quetzalcóatl.
- Autor: Amalia Beatriz Arzac ( Offline)
- Publicado: 19 de marzo de 2024 a las 17:24
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: Francisco Gutiérrez, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Muy hermosas tus letras, querida amiga Amalia.
Muchas gracias por compartirlas.
Un abrazo! 🌸
Gracias por tu lectura y comentario. Abrazo fraterno
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