Αυτοψία

Caramelo de Ricina

Estarás inventando un mapa 

para hallarme en sus ojos

o juntando las chispas para encender sus manos

mientras me aferro a la costra de tu herida

para no dejarte cicatrizar. 

 

La noche a media asta 

me sirve tu cuerpo

envenenado de silencio

y con la intimidad que te sobra

labro tu carne para llenarme la boca de espinas,

para encontrarme,

al final,

tragando el eco.

 

Cuando te fuiste

mis palabras se aglutinaron en ruido

y comencé a temerle a la escritura

porque los puntos me recordaban a tus lunares 

y las comas a mis heridas.

 

Hoy soy la caricia obsesiva

que te descubre dolores enterrados con vida,

unos cuantos huesos astillados que

aún te rastrillan en busca de salida,

 

es decir, 

hoy sólo soy lo que sobrevivió a tu despedida.

Ver métrica de este poema
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.