Solemne, la precisión con la que surgen las almas
de sus trances y desastres, conjurando sus hazañas.
Las fragancias florales impregnadas en sus auras,
ha sometido con sutil presión a las heridas y traumas.
Con sus manos deleitan la creación y destruyen la aversión.
De sus bocas estiman el dolor y evocan gratitud con amor.
Mas sus ojos esconden la melancolía de entender,
la oscuridad cíclica en las acciones de los perdidos.
Yace la virtud y el defecto en la profundidad de sus corazones
pero la esencia sombría permanece intacta para los dormidos.
Enjaulados en conceptos de insensibilidad y malicia.
Señalados como decepciones, atribuidos al placer de lo desconocido.
Siguen su camino que, ante los casquivanos, no es más que locura.
Destino compartido, marcando el pasado y futuro ambiguo,
Materialidad oscura y sentimientos iridiscentes, debido a las vidas que su conciencia atestiguó.
Creados por la brisa de la incógnita deidad, son guiados para purificar a aquellos que los suelen buscar.
Testigos de cuando murió su maestro,
Profetas que nadie suele escuchar.
Partituras que escribe el tantra de su encuentro atraídos por su polaridad.
Dogmas entre lo inexistente y la eternidad, hambrientos de su esencia al mundo revelar.
Paganos que la inconsciencia llama a la energía que no puede condicionar.
Soportando las voces entre los gestos de la pseudologia fantástica y resucitando el deleite de acabar con todo.
Reflejos de su fuego entre las letras de su andar,
pasiones y egos una pelea sin rival, meditan frente al espejo, quien es su único similar.
Últimas almas elegidas para que el universo se equilibre entre el caos de existir y amar.
Partidarios de lo posible y la oportunidad, enemigos de lo imposible y la adversidad.
Que de sus ojos en brío consternan al preguntar ¿Qué es lo que usted ve?
De las palabras surge el magnetismo de sus almas, pues atraen al herido,
Encantan el peligro y alaban aquello a lo que otros han huido.
Pensamiento de nihilista apasionante, de imperfectas ejecuciones,
pero de impecables intenciones.
Vagando en la oscuridad de sus mentes, buscando la luz de la fe superior.
Maestros de si mismos y alumnos erráticos en su camino.
No hay visión, destreza o don que les sea incorrecta,
pues el destino subjetivo en su propósito se revela a plena vista.
Sin embargo, la evidente negación al mismo, invalida la abnegación,
al querer permanecer en la osadía del estancamiento involutivo.
- Autores: H. Cisneros, Artemisa
- Se ve: Todos los versos
- Finalizado: 7 de abril de 2024 a las 18:30
- Límite: 9 estrofas
- Invitados: Amigos (pueden participar los usuarios en su lista de amigos)
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 34
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