y si te digo que no puedo mirarte
que me convierto en piedra
que me sangra la memoria
que me crecen espinas
como las espinas de sal
que ensangrentaron
la carne de Ícaro.
Ahora ese mar
es de fuego y de sangre
por eso jugamos
a morirnos de sed
¿no serás la hija de un dios?
vos
como una respiración perdida
que se funde con el sol
que vuela sin dormirse
que se cae en la arena
que me rosa los labios
que me persigue
como un veneno lento
hace años
abandonaste tu cuerpo
hoy juguemos a ignorarnos
a que nunca nos conocimos
todavía recuerdo
cuando podía mirarte
Soy de carne y hueso
en la memoria
- Autor: Javier Perez Driz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2024 a las 20:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Martha patricia B, jvnavarro
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