Al fondo de la capilla,
escondiendo su presencia,
un corazón compungido
entre oraciones, no reza.
Una mujer que en su vida
atea fue su creencia,
duda si la comunión
repudiará su conciencia.
El sacerdote se acerca
como un juez con la sentencia:
El cuerpo santificado
o cumplir su coherencia.
- " No soy persona cristina
no es la cruz mi referencia,
pero mi cuerpo está enfermo
y en mi la muerte es presencia."
Recibe el cuerpo sagrado
tras muchos años de ausencia,
y el pensamiento pagano
no quiebra su independencia.
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