Y SE OÍA UN TRINO

jvnavarro

 Hoy he visto una oropéndola
envestida su tez de amarillo,
en su canto matutino,
sobre un hilo.
La luz que me llegaba
sonaba a trino,
a abigarrado cantar
de un ejército de nibelungos.
Junto a la orilla de un río,
su nido en una rama,
sin más frutos
que una telaraña y un conjunto
de insectos muertos 
son su tributo
y afán el suyo
por ser fiel a su destino
del ave que vive a 
su aire y gusto.
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Comentarios +

Comentarios8

  • Dr. Salvador Santoyo Sánchez

    Buen poema, por la suerte de disfrutar la oropéndola.

    Saludos Poeta JVNavarro👍🙋‍♂️

  • jvnavarro

    Muchas gracias por su comentario y un saludo

  • María C.

    Muy bien estructurado el ave vive a su gusto, solo ha de vigilar al depredador que también acecha con sumo gusto.
    Un saludo

  • jvnavarro

    Las urracas se han expandido.
    Un saludo

  • Patricia Aznar Laffont

    Es g4enial, querido amigo y gracias por siempre estar.
    Te quierooooooooooo!

    • jvnavarro

      Gracias por comentar y un saludo fuerte

    • Freddy Kalvo

      Me hiciste recordar "El cantar de los nibelungos", epopeya que narra las hazañas de los héroes en la mitología germana.

      Muy bien mi estimado jvnavarro.

      • jvnavarro

        Gracias amigo por el comentario y un saludo

      • David Arthur

        Gracias por presentarme al ave oropéndola. No la conocí, ni siquiera en inglés, golden oriole.

        Saludos poeta
        David

      • jvnavarro

        Una preciosidad de ave
        Un saludo



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