CONSEJO I
No te detengas
lo que nada lo puede
lo podrá tu amor
lo que no puede tu amor
lo podrá tu deseo.
Y si tu amor y tu deseo no pueden
el estallido debe haberse producido
seguramente en tu corazón, en tu cabeza.
Repliégate.
Húndete en el mar.
CONSEJO II
No hay que temer: el mar es para todos.
En marea alta dejarse llevar
no hacer movimientos contradictorios.
En marea baja dejar librado todo a la imaginación.
Es necesario que el mar
sea navegable en todos los casos.
CONSEJO III
Cuando llueve
hay que tener cuidado con los ángeles.
Suelen caer pesadamente sobre nosotros
cuando mojan sus alas.
No hay que tener piedad.
Uno solo de ellos
puede alegrarnos la vida para siempre.
(Del libro Yo Pecador, Ed. Grupo Cero)
CONSEJO I
No te detengas
lo que nada lo puede
lo podrá tu amor
lo que no puede tu amor
lo podrá tu deseo.
Y si tu amor y tu deseo no pueden
el estallido debe haberse producido
seguramente en tu corazón, en tu cabeza.
Repliégate.
Húndete en el mar.
CONSEJO II
No hay que temer: el mar es para todos.
En marea alta dejarse llevar
no hacer movimientos contradictorios.
En marea baja dejar librado todo a la imaginación.
Es necesario que el mar
sea navegable en todos los casos.
CONSEJO III
Cuando llueve
hay que tener cuidado con los ángeles.
Suelen caer pesadamente sobre nosotros
cuando mojan sus alas.
No hay que tener piedad.
Uno solo de ellos
puede alegrarnos la vida para siempre.
Miguel Oscar Menassa
- Autor: Editorial Grupo Cero ( Offline)
- Publicado: 29 de marzo de 2024 a las 06:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
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