En la cara de Cristo aflora una pena
la de verse traicionado y alojado en su condena.
Él dejó a nuestra merced su vida,
todos sus pasos quedaron olvidados
y haciendo caso omiso a su maravilla
fue asesinado por el humano malvado.
En la faz de Cristo se refleja su bondad,
es portentosa, sin importarle el qué dirán,
de todo su ser emana y te hace olvidar
lo que irremediablemente te conlleva a la maldad.
Su cara es el vivo espejo de su palabra
la que muestra la Verdad como por arte de magia,
la que te llena el alma y te confiere una nueva enseñanza.
El rostro de Cristo está afligido
¡Qué no daría yo por verle revivido!
y que junto a Él sigamos el camino prometido
para ver todos nuestros sueños cumplidos.
- Autor: PINGÜY (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de marzo de 2024 a las 03:46
- Comentario del autor sobre el poema: Nuestro Señor
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 11
Comentarios1
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