Me retiro a mi soledad eterna.
Enciendo esta noche una linterna
entre el frío que por esta ventana
entra a borbotones, como mi alma
en la muerta materia desvencijada
haciéndola jirones de blanca niebla.
Me retiro a mi soledad eterna,
aunque nunca daré por perdida
aqueya estreya que briya a oriyas
de mi vida, entre marea y arena...
Me voy volando al alba al despertar
a esta realidad tan extraña,
que se sueña, es la verdad...
Me voy flotando en una ola enfática,
a toda velocidad, cortando las aguas,
y la gran distancia que nos separa igual.
Laberinto de la emoción: es triste pensar
en la sombra que deja atras el amor cuando se va
Alguien yama y nadie quiere abrir la puerta
por temer que la muerte sea, por ceder a la ausencia de certezas
en esta vida tan compleja que pide dolor a cambio de enseñanzas
Tanto cuesta trepar esta cuesta, alzar la cabeza
para ver la cumbre lejana que quizas no será alcanzada jamas
Todo lo que fui apunta a un solo fin mas inmediato
y ando casi siempre errado, sembrando charcos,
durante la noche, cuando acechan los malechores imaginarios
Y despues de tanto dado que esperanza
si todo esto que siento es angustioso como un desaucio
Poseo un cuerpo en el cual ya no consigo confiarme demasiado,
y un alma que ha sido despojada de su sueño realizado
Busco las palabras que hablen por mi, pero las acertadas escapan rápido,
mi corazón fuerza la sangre a fluir con furor, y solo deseo y necesito un descanso,
un consuelo que me resuelva este desamparo, que me salve de otra ausencia, de otro desgarro
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