Apagados Nudos
Embriagan de Soledades y Tristezas
a la Nebulosa Lengua Ardida
de los Mitológicos Dioses.
Negras Pedradas Silentes
en el Alma Siento,
Cuando la Luna Amanece
Desteñida
Y el Ocaso Agiganta
el Atroz Rugido Urdido,
Desterrado
en mi Garganta.
Es el Pavor Roto del Mundo.
Es la Aniquilación del Ser
Por esas Madrugadas
que Muerden a las más Borrosas Sombras.
Es la Puñalada Asesina
que sin Pretensiones
Arden en la Cara de la Nada.
Y en las Cunas Adormecidas Lerdamente
en las más Bajas Sin Murallas.
Es la Sonora Vida que se Apaga.
Es la Mezquindad que Pulula Arbitraria
En el Ser
y en el Orbe.
Es el Embrujo que Sutil
Chapalea entre Lodos y Barros.
Es la Cruel Realidad
Disfrazada de Angélicos Ángeles
en Guerras.
Es el Espasmo Descontrolado
que Bebió la Copa
Desteñida de tu Espíritu.
Es la Sin Razón del Vacío
de tu Rostro,
Y el Aroma Azul que Dormido
Ya!
Murió...
(Patricia)
- Autor: Patricia Aznar Laffont ( Offline)
- Publicado: 6 de abril de 2024 a las 16:56
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: MISHA lg, José López Moreno., WandaAngel, Tommy Duque, Antonio Martín, José Valverde Yuste, Tarr de Issis, María C., El Hombre de la Rosa, Ricky Arbenz, David Arthur, Lucía Gómez
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.