Necesitamos en verdad sólo muy poco
Cuidar cada tesoro que nace de la sangre.
Acariciar las orquídeas que brotan del cariño.
Forjar un escudo de quietud luminosa, una espada febril
contra los lobos.
Lo más terrible es el temor
Como soñar continuamente con amapolas muertas.
Como querer bailar con las piernas cercenadas.
Como un voraz incendio en el último refugio.
Difícil acertar antes de equivocarse
Hay que beber toda la magia que irradia la niñez.
Hay que hundir el cuchillo en la lepra de la vida.
Hay que buscar la comunión con los ángeles del Otro Lado.
- Autor: Damián Andreñuk (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2024 a las 10:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro
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