Soy estudiante, imbuido en investigaciones académicas.
Mendigo de amor
I
Que soy mendigo de amor
ebrio de penas y traumas,
que llevo risas abruptas;
que todo lo hago palabras,
que vivo de sueños, necio,
que tengo la hiel que amenaza,
que soy labrador y niego
las tempestades del agua;
eso se oye decir, nube,
la que me encuentra y respalda
entre los ojos rendidos,
entre pupilas que claman:
¡qué tengo yo para todos
que la conciencia me alcanza!
Dime muchacha que corres
con la sonrisa que mata,
¿tienen tus ojos diamantes
que entre los míos divagan?
¿Tienen tus labios las mieles
al recorrer la alborada,
porque yo siento mi niña
un titilar de guitarras;
unas, que tocan al viento,
otras, que palpan el alma?
II
Dime mujer que me miras
atravesar por la playa,
¿tienen tus manos caricias
en la labor ordinaria?
¿Tienen tus miedos deseos
porque parecen fantasmas
los ojos de quien te observa,
los labios de quien hoy te habla?
Soy un mendigo que implora,
aunque semeja una estatua
abrazos de luna llena,
delicias que son tan arduas,
suspiros, endulzadoras,
caricias que sean amplias.
III
Aunque mendigo me llamen,
porque no llevo ni carga,
iré sobre olas contento;
un pasajero en el arca,
se hace de noche y no olvida
el trepidar de las anclas.
De pie, frente al marinero
frota su boca tan agria;
ya que a lo lejos medita
un muladar de batallas.
IV
Mendigo, siendo mendigo
como la mar con el alba,
como la estrella dichosa
libre de lloros y plagas,
como Cupido, ensalzando
otro martirio y sin arma,
como Labán, sin medida
siendo testigo en sus ansias,
que entre la dicha y el hecho
los verdaderos amarran,
cántico nuevo y fulgente
que señorea hasta el Alfa;
en donde inicia la vida
llena de túnicas blancas,
donde marido y esposa
lloran detrás de la barda,
la melodía perfecta,
cuyo David con el arpa,
lúcido, pleno y contento
pues, se alejaba del drama.
V
Dicen de mí, que ya he sido
un titular que no falla,
pero respondo de nuevo;
las inquietudes no cambian.
El que es artista, un artista,
el que trabaja, descansa:
porque no vive la tierra
siempre escondiendo su cara,
porque Samuel, el profeta
al quejumbroso enfrentaba,
porque también Eliseo
supo llevar su canasta.
VI
Porque Moisés fue vestido
sin importar las alarmas,
yendo por villas infames,
su corazón fue su carta
en donde dijo a su pueblo:
lleva la Ley por la gracia…
lleva contigo, soldado
de los amores, la franja.
Ved como pare la tierra
sin distinguir las adargas;
allí donde come el ciego,
allí donde el pobre, labra
su calcañar desidioso,
lejos del odio y el karma.
VII
Soy el Daniel que interpreta
los aullidos al que ladra,
soy, soy el poeta, canto,
soy el que busca la vianda:
Saqueo, Job y Betuel,
Marta, Pedro, Eleazar,
Pablo, Jacob, Timoteo
y los demás de la marcha.
Soy un mendigo de letras,
de alma tan ingenua y sin magia,
porque por obra divina
mis pensamientos son mapas,
yo soy José que en Egipto
sin divagar en la mafia
dio de comer a su gremio,
como el responso a la Patria.
VIII
Voy mendigando el afecto
como el labriego se tarda,
porque la fe que es ubicua
se manifiesta sin trampa,
porque Noé, resiliente
supo manejar la causa,
porque Jafet con dulzura
le dio a su padre la guardia;
ropa de talla y cubierta
que por los prados el magma
de los ensueños cubría
como Nemrod en su cuadra,
pero, muy dentro de todo
con dos varones la savia
trajo de Lot su franqueza
y de Abraham la constancia.
IX
Mendigo, soy un mendigo
al descendiente y sin mancha
doy con el hambre la esencia,
aunque de amores se sacia.
Mendigo me dice el pueblo,
apenas soy la calandria
¿tengo la voz de la nube
entre costumbres contrarias?
No. Soy el triste liróforo;
el fundador de galaxias,
un loco siendo tan cuerdo
alojando las fanfarrias,
unas que al pecho consumen,
otras, que a muchos irradian.
Porque del mundo sabemos
la triste fosa de infamia,
gotas de vino que fruncen
y que los ceños embriagan.
X
Deja al mendigo sus voces
llenas de gozo y nostalgias,
orlas que suman los trazos
después de tantas piltrafas.
Mendigo, sigue, te aclaro,
que al terminar la mañana
se va el mendigo poeta
con su libro y sus sandalias,
pero no se va del todo,
porque sus versos contagian.
Samuel Dixon
- Autor: Samuel Dixon (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de abril de 2024 a las 12:19
- Comentario del autor sobre el poema: Sabemos que al hablar de amor, muchos nos enfocamos (y me incluyo) a la relación entre dos personas, ya sean jóvenes o adultos. Pero, no todo es así, existe un amor que es más grande y especial y se lleva en el alma, siendo indescriptible; pues desde los tiempos remotos o la época cristiana, muchos vivieron por y para el amor. De acá surge este romance, de la mezcla de ese afecto inmarcesible, ubicuo y egregio presente en la vida. Porque el amor todo lo pude, todo lo soporta; es sufrido, benigno y no se compadece de la humildad de otros.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 53
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, Andy Lakota👨🚀, MISHA lg, Kapirutxo, Freddy Kalvo, alicia perez hernandez, Una voz, Dante Cruz Velez, WandaAngel, Rafael Escobar, Dr. Salvador Santoyo Sánchez, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, María C., Lucía Gómez, Max Hernandez, Dux Den, El Hombre de la Rosa, Martha patricia B, Violeta, Amelia Suârez Oquendo, Mauro Jesús (mallito)
Comentarios12
Recién llegado y sus letras son las que más me han llegado hasta ahora.
Saludos.
asi es poeta no solo es amor en paeja
bellas letras
gracias por compartir
Mendigo, siendo mendigo
como la mar con el alba,
como la estrella dichosa
libre de lloros y plagas,
como Cupido, ensalzando
otro martirio y sin arma,
como Labán, sin medida
siendo testigo en sus ansias,
que entre la dicha y el hecho
los verdaderos amarran,
besos besos
MISHA
lg
Buen romance, amigo poeta
Extenso el romance, pero bonito.
Muy bien Samuel.
Abrazos fraternales.
¿Tienen tus labios las mieles
al recorrer la alborada,
porque yo siento mi niña
un titilar de guitarras;
unas, que tocan al viento,
otras, que palpan el alma?
....
Hermosas sintonías de guitarras con sones de amor en bello versos, aunque a veces parece que mendigamos amor.
Abrazos y saludos poeta Samuel
Excelente romance, con la hermosa florescencia de los romances de Rafael de León. Mis felicitaciones y admiración llegan a ti acompañadas de mi fraterno saludo y sincero aprecio.
Quiero agradecer, de antemano al poeta Kapirutxo, por ese apoyo incondicional con las declamaciones. Él es un excelente poeta y como amigo mucho más. Gracias por ser y tener esa melódica voz y esa armoniosa recitación. Lo máximo.
Gracias a ti por confiarme tu linda poesía. Un abrazo
Muy precioso escrito lleno de personas bíblicas y de romanticismo.
El amor ya estaba allí antes de que lo descubrieramos. Aplausos.
Dios te bendiga.
En tus versos se despliega un delicado juego de metáforas para expresar la búsqueda incansable de un recuerdo amado.
Besos
Amalia
Un mendigo que es rico en sentir el amor
SALUDOS
Estimado poeta Samuel el amor no sólo es carnal lo hay también espiritual.
Bello tu genial poema
El Hombre de la Rosa
La metáfora invade el romance , maravilloso y Kapirutxo maravilloso su recitación los aplaudo a los dos, saludos cordiales.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.