Recuerdo ese fatal día,
que, al volver de trabajar,
encontré la casa vacía,
El ajuar y el ropero
abiertos de par en par,
como queriendo avisar
sin palabras, que no estabas,
que aprovechaste mi ausencia
para tomarte el velero
Sentí pena, más allá del dolor
que lastimó el corazón-
Al marcharte,
heriste mi orgullo de varón
y eché a llorar,
llevé el poncho a los ojos
y mis lágrimas secar.
Ahí quedaron grabadas,
en sus hilachas pintadas,
como finos hilos de plata
testigos de tu maldad.
Hoy después de muchos años
mis cosas quise arreglar
y en el raído baúl
donde guardo ropa sin usar,
encontré el poncho,
prueba del daño
que quisiste hacerme,
al irte sin regresar.
Mis labios, dibujaron una sonrisa
al pensar, me hizo un favor,
ya que en lugar de herirme
hizo bien, al abandonarme,
porque rehice mi vida
sin tener que arrepentirme.
por lo que pude haber hecho,
con mi corazón tranquilo,
palpitándose en el pecho.
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Autor:
abuelitocrispin (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 8 de abril de 2024 a las 17:40
- Comentario del autor sobre el poema: Recordé el tango del video y se me ocurrio, esto que salió con la pretensión de ser poema
- Categoría: Humor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, 🇳🇮Samuel Dixon🇳🇮, Violeta
Offline)
Comentarios3
Precioso, tu presencia enriquece este espacio. Nos presentas un poema maravilloso, con excelentes y cadenciosos versos,
Un beso, Poeta
Amalia
Gracias Amanda, muy alentador tu comentario Un abrazo
El tango buenisimo sin desmerecer tus versos amigo...Felicidades.
Gracias Elena Un abrazo
Que lindo es recordar y mas lindo escribir los recuerdos, saludos cordiales.
Gracias aunque no sean recuerdos, sino locuras a la hora de escribir.Un abrazo
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