Maniaco es un nombre

Escribo como la mierda,
los versos se me atoran,
la poesía no me es buena,
pues, el lamento es mi lema.
Hoy es una memoria,
aún viva en mi modorra,
de una tal maricona,
no sé qué será.
Deje de conocerla,
a la vez que me dejaba
con mis erradas ideas
de la esencia
de una persona.
Mi habla no es nada,
en las mañanas practicaba
para cambiar mi aura,
luego pude abrazar
(o eso creía)
más allá de la máscara.
Deje de tratar
de romper la cáscara,
pero aún me abarca la duda
que conforma la figura
de la imperfecta armonía
entre cualquier ánima
y la mía.

Y aún puedo continuar,
pero voy a marrar,
y nada va a pasar a pesar.
Espero con negativa
alguna responsiva
que no sea tardía,
antes de que abandone otra planta
podrida de ausencia de agua
y de sol, sol que se burla
de mi pobre maceta,
donde murió la armónica.
Es que era demasiado temprana,
y no muy cercana,
parecía una lichi inversa,
así prefiero costra quemada.
Hago como si no me hubiera costado nada,
pues esa planta siempre estuvo determinada
a terminar en vacua.

De lindo caminó, me mancipó.
Al menos
solo era un recuerdo.

10/04/2024