Una lágrima pensativa desciende,
desde los ojos hasta el latido,
mirando en el horizonte eterno de los mares,
el sexo frio de la soledad,
que busca en la lejanía,
arenas y arroyos para deletrear el amor,
y entrar en el anochecer, desolado y huraño,
suplicante, ante el murmullo ingenuo de los astros.
No hay amor en los sueños olvidados,
en las capciosas imágenes,
que se mantienen en la memoria,
con sus artificios de criatura alada,
saciando la sed de caricias olvidadas,
aunque nunca se olvida la primera vez,
el tiempo se marcha para no volver.
A veces siento que esa lágrima,
es diluvio que escucho claramente,
caer sobre adoquines, sobre calles,
donde transita mi soledad en opulenta infamia,
vaciando mis brazos,
hasta dejarme en un purgatorio de olvidos,
en un vacío sin nombre, sin latido.
- Autor: Jose Barrientos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de abril de 2024 a las 13:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: FRANCISCO CARRILLO, alicia perez hernandez, Ma. Gloria Carreón Zapata., José López Moreno.
Comentarios1
La SOLEDAD es un cáncer, azota y arrasa con la paz, salud, calma y sosiego, no quedarnos en ella es lo mejor, a veces puede ser buena cuando la usamos para meditar, pensar, soñar, escribir bellos versos como estos.
Abrazos y saludos poeta
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