No sabe la gente cuánto me molesta no dormir mis ocho horas,
no sabe la gente que ya no me es posible hacer eso,
ni sabrán nunca que todo cuanto escribo va en contra de esa norma,
no saben que no puedo escribir sin sueño,
es imposible que sepan que exagero en este momento,
no pueden saber que ya es demasiado tarde,
pero tampoco que a pesar de ello, es suficiente para lastimarme,
no hay forma de que sepan que a veces, para mi, no está tan mal una paliza.
Tampoco saben por qué me merezco una paliza,
ni saben que siempre intento ser sincero,
pero no conocen mis intenciones,
no se plantean que no trato de ser como ellos,
ni pueden saber por qué soy distinto,
no han visto a nadie que no le gusta admitir su gran diferencia,
no sabe la gente de mi resiliencia,
ni sabrán nunca quien soy de verdad,
no saben,
es imposible, a pesar de mis intentos.
Trato de dormir más temprano, para verme más humano,
de lo contrario, soy todo un raro, y no me molesta,
hasta que veo toda su vida en sus manos,
veo en ellas mi pasado, todo aquello que hice mal,
menos todo aquello que fue malo,
y comienzo a comprender,
a ver esta gran barrera que vive conmigo.
Sin nada que poder hacer,
al menos puedo despertarme adormilado.
Y es imposible que a alguien esto le haya gustado.
08/04/2024
- Autor: Lucho Sancucho (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2024 a las 14:05
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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