Los Sonidos del Amor
Dime, ¿Cómo es el sonido del amor? ¿Cómo resuena el amor en el silencio del universo? ¿Es como el batir majestuoso de las alas del cóndor en el cielo azul? ¿O es más bien un susurro suave? ¿Será como el murmullo del viento entre los árboles en la calidez del atardecer? ¿Qué color tiene el amor? ¿Acaso el dorado resplandor del sol que acaricia la piel al amanecer? ¿O quizás es el azul profundo del cielo? Al amor, ¿se puede sostener con las pestañas? ¿O prefiere dejar caer sus plumas sobres las cristalinas aguas del alma?
¿Cómo llegó el amor? ¿Cuándo dormía? Los ruiseñores despiertan como el suave murmullo del agua en un arroyo, mientras las montañas respiran su aliento cálido como el magma bajo la tierra. Para el amor, mi corazón está envuelto en un manto de neblina, donde la luz se filtra suavemente, como un abrazo de brisa en la tarde. La melodía del amor resuena en cada hoja, en cada pétalo que se dispersa con el viento de la esperanza, como una caricia de flor entre los dedos. La canción de la juventud fluye como un río eterno, mientras mis lágrimas esperan en silencio, tejiendo sueños añorados, desesperados.
Contemplo los años oscuros, vacíos de mi vida, como una noche sin estrellas que se pierde en la inmensidad. Aunque el amor porta un fruto rojo, se desliza en nuestras manos, pero tan difícil de sostener. Hay sueños plateados en las alas de la mariposa, con los pétalos de loto que danzan en la sombra del agua, como destellos de esperanza en la oscuridad. Con un tono añil de las hojas de cristal, como la luz que se filtra entre las grietas del alma, revelando la belleza oculta en cada rincón. El eco lejano de una melodía ancestral, que resuena en cada rincón del corazón, vibrante y penetrante el aletear del cóndor en las alturas. Es el latido suave y constante que se siente en el pecho, como el susurro de las alas de una mariposa al rozar la flor.
Tu cabello fluye como la suavidad de una brisa fresca, mientras el crisantemo descansa en el aroma de su fragancia suave. Respiro como un anhelo dorado, en llamas danzantes en la orilla del lago, donde la hierba difumina la línea entre la tierra y el agua. Y amor se manifiesta en el sonido del siku, en el canto melodioso de los pájaros al amanecer, en el rumor del arroyo que fluye sereno por el valle. Es un eco eterno que nos envuelve y nos llena de paz, como el sonido profundo de un tambor que resuena en lo más profundo del ser.
¿De dónde viene el sonido del amor? ¿Del majestuoso vuelo del cóndor en busca de la mariposa de nácar? El eco de esta melodía llena mi corazón de esperanza, como un canto ancestral, como el suave susurro del viento entre los árboles, buscando el eco de su amor perdido, encontrado, encendido.
Dime, ¿Cómo es el sonido del amor? ¿Es como el volar majestuoso del cóndor hasta llegar a mi cielo?
A.B.A. 2024 ©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
Imagen: El Cóndor – Óleo sobre lienzo
Víctor Miguel Cuya Yaya
- Autor: Amalia Beatriz Arzac ( Offline)
- Publicado: 12 de abril de 2024 a las 16:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Lucía Gómez
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