La ruptura
El eco de mis palabras aún resonaba en la habitación vacía. Mis súplicas, mis reproches, mi dolor, todo se había esfumado en el aire, dejando solo un silencio lúgubre y ensordecedor.
Había implorado, a gritos, que no me abandonara. Le había rogado que negara nuestro amor, si eso era lo que la atormentaba. Incluso le había ofrecido ser su amante, a pesar de que mi corazón se rompía en mil pedazos al pensarlo. Pues sabía que existía otro en el lugar que fue mío.
Pero nada había sido suficiente. Su decisión era irrevocable. Se marchaba, y con ella se llevaba mis esperanzas, mis sueños y mi alegría.
En un rincón de mi corazón, anida una profunda tristeza. Ella mi gran amor se marchó, dejando un vacío insondable. Mis emociones son un torbellino de dolor, nostalgia e incertidumbre. Las preguntas me atormentan: ¿Cómo seguir adelante? ¿Cómo sanar las heridas?
La agonía
Los días se convirtieron en semanas, y las semanas en meses. Cada minuto era una tortura, No podía comer, ni dormir, ni pensar con claridad. Era una batalla constante contra el dolor y la nostalgia.
Traté de olvidarla, de concentrarme en mi vida, en mis estudios, en mis amigos. Pero su recuerdo me perseguía a cada paso, como una sombra omnipresente que me impedía avanzar. Sin saber que no era amor, lo que sentía, ni siquiera odio, ni dolor, era lástima.
Las noches eran las peores. Me acostaba con la esperanza de que el sueño me trajera un respiro, pero solo encontraba pesadillas que reflejaban mi tormento interior.
bálsamo del tiempo
El tiempo, dicen, es el mejor amigo del corazón herido. No borra el pasado, pero te enseña a vivir con él. Poco a poco, los días se llenan de nuevas experiencias, de pequeños momentos de alegría que van tejiendo una red de esperanza.
La luz al final del túnel
Un día, sin esperarlo, llegó un rayo de luz a mi vida. Conocí a alguien que me brindó su apoyo, su comprensión y su cariño. Poco a poco, su bondad fue sanando las heridas de mi corazón.
No fue fácil. Al principio, me sentía culpable por permitirme sentir algo por otra persona. Pero con el tiempo, comprendí que no era traición, sino supervivencia.
La decisión
Un día, recibí una llamada inesperada. Era ella. Su voz sonaba arrepentida, llena de nostalgia y anhelo. Me dijo que había cometido un error, que se había dado cuenta de que yo era el hombre de su vida.
Me sentí confundido, vulnerable. Los recuerdos del dolor que me había infligido aún estaban frescos en mi memoria.
Sin embargo, creí que aún la amaba. En el fondo, siempre había albergado la esperanza de que si fue por dinero que se marchó algún día regresaría.
Un nuevo comienzo
Decidí no darle una segunda oportunidad. No fue una decisión fácil, pero sentí que era lo que mi corazón dictaba.
Comencé de nuevo, con la chica que sanó mis heridas, con cautela, con miedo a cometer los mismos errores del pasado. Pero esta vez, ya estaba decidido a vivir la vida.
Un futuro incierto
El futuro aún es incierto. Sabemos que el camino no será fácil, que habrá obstáculos y dificultades. Pero también sabemos que estamos juntos, y que podemos superar cualquier cosa. Incluso los fantasmas del pasado.
Mi mensaje para ti
No tengas miedo de sentir el dolor. Es natural que duela, pero no te definas por tu dolor. Eres mucho más que eso. Eres resiliencia, eres esperanza, eres amor.
Confía en el tiempo, en la bondad de las personas que te rodean y en la fuerza que reside en tu interior. El amor volverá a florecer en tu vida, más fuerte y más hermoso que nunca.
El amor que renace
El amor no se ha ido del mundo, solo se ha ido de tu vida por un tiempo. No te cierres a la posibilidad de volver a amar. Ten fe en que el destino te sorprenderá con un nuevo amor, uno que te llene de paz, de alegría y de sueños compartidos.
Un futuro radiante
Imagina un futuro donde la alegría y la esperanza sean los colores que predominen. Un futuro donde el amor verdadero te acompañe en cada paso del camino. Un futuro que tú mismo construirás con tu fuerza interior y tu capacidad de amar.
Epílogo
Mientras escribo estas líneas, una sonrisa se dibuja en mi rostro. Sé que he encontrado la felicidad, y que esta vez no la dejaré escapar.
He aprendido que el amor puede ser doloroso, pero también puede ser la fuerza más poderosa del universo. He aprendido que el perdón es posible, y que la esperanza nunca muere.
Esta historia es para ti, que has sufrido por amor. No te rindas. La vida siempre te dará la oportunidad de encontrar la felicidad.
Recuerda:
Que El dolor no es eterno.
Que No estás sola.
Que El amor aún vale la pena.
Te envío un abrazo de luz y esperanza con el corazón abierto. La luna, como un faro en la noche, te recuerde que las respuestas que buscas están dentro de ti, solo necesitas escuchar el susurro del viento y sentir la calidez del sol en tu piel.
JTA.
- Autor: jtaltuve (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2024 a las 02:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Original Oriflama Infinita
Comentarios1
Gracias por los ánimos
Escribes magnífico
Un saludo
¡Hola Oniriaiama!
Buenos días y muchas gracias por tu comentario en mi última publicación. Me alegra mucho saber que te gustó mi escrito y que aprecias mi trabajo.
Me encantaría poder responderte de la mejor manera posible y para ello, me gustaría saber un poco más sobre tu experiencia con el poema.
¿Qué parte del poema te ha gustado más?
¿Qué emociones te ha despertado?
¿Te ha hecho reflexionar sobre algo en particular?
Tus respuestas me ayudarán a entender mejor tu conexión con el poema y a escribir una respuesta más personal y significativa.
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