Se escuchan las aguas
cantar en la fuente,
sus gotas tan frías
proceden de nieve.
En blancas montañas
nacieron y duermen,
los copos tan finos
de mantos celestes.
El agua discurre
y salta corrientes,
también remolinos
por cauces y puentes.
Al ver a las aguas
también te estremeces,
y cierras los ojos
y abrirlos no quieres.
Te embarga la dicha,
y te arde la frente,
la paz se apodera,
te abraza muy fuerte.
Recuerdas un tiempo,
lejano y ausente,
quizás una infancia,
con viento nordeste.
Buscabas el puerto,
la barca silente,
con una figura
de aspecto muy fuerte.
El padre marino.
de barba incipiente,
con mano segura
sacando las redes.
Y tú contemplando
la vida naciente,
tu padre traía,
sonrisas y peces.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/04/24
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 14 de abril de 2024 a las 05:18
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Llaneza, jvnavarro, WandaAngel, alicia perez hernandez
Comentarios2
Tiernos versos.
Un saludo cordial.
Llaneza y Omaris, gracias por vuestras palabras.
Un saludo y feliz tarde.
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