ECOS DE ALEGRÍA SILENTE

En un rincón del alma se esconde,
la felicidad que un día resplandeció.
Como estrella fugaz que se desvanece,
en la oscuridad del cielo se perdió.

Busco entre los recuerdos desvanecidos,
aquellos momentos de pura luz.
Pero las sombras del presente ahogan,
los susurros de aquella dulce voz.

El eco de la risa que se aleja,
como olas que se retiran del mar.
Deja una playa de silencios,
donde la alegría ya no sabe jugar.

Pero en el lienzo de la noche eterna,
una esperanza se atreve a brillar.
La felicidad perdida no es el fin,
sino el comienzo de un nuevo despertar.

Porque la vida es un ciclo sin fin,
de encontrar, perder y volver a hallar.
Y en cada pérdida hay una lección,
que nos enseña a más fuerte amar.

Así que levanta la mirada al cielo,
no todo está perdido, querido ser.
La felicidad perdida es solo un paso,
para una nueva felicidad nacer.