Sé que me persigues,
me lastimas
Sé que es premeditado,
sé que lo disfrutas.
Cada latido,
cada que respiras,
sé que es una declaración de guerra.
Me hielas con tu pasividad,
me evaporas con tus blasfemias.
Frío/calor es lo mismo,
el sentimiento de vacío me invade.
Me tocas para complacerte,
te gusta sentirte poderoso
y con tus yemas buscas el desgarre.
Soy tela vieja y sucia entre tus manos,
un retazo.
Tú no buscas que yo te generé el orgasmo,
ni siquiera me penetras
porque para ti
no soy siquiera de tu misma especie,
quizá soy algo menor que una esclava.
Por ello, cuando me tocas,
ni siquiera me hablas.
Piensas que nuestro lenguaje no coincide.
Me doy asco por ceder a mis placeres ante ti
porque ahora vislumbró lo que significó.
No soy más que carne de cañón,
una moneda de cambio.
- Autor: popbottles (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de abril de 2024 a las 12:50
- Comentario del autor sobre el poema: Las relaciones son complicadas y cuando uno viene del daño, todo lo ve como un ataque. No me arrepiento de lo que escribí pero creo que mi mirada en ese momento, fue equivocada, o tal vez no. Pero ahora sé que el hombre que inspiro este poema es un gran hombre.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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