Yo tenía una compañera
Que no conocía
Que me pareció lejana
Cuando la ví
Una persona más en la empresa
¿Estará en mi Obra?
¿O la enviarán a otro lado?
Uno que se cree “el langa” me pregunta qué me parece,
buscando la aprobación en su gusto por las mujeres
Le contesto: “me da miedo” jaja
No sabe qué decirme…
Siempre me gustó romper con los cánones…y con los idiotas
Ojalá que tenga suerte en este manicomio esta nueva chica
Y no se deje bardear… tiene la edad de mis hijos
Y me recuerda mi juventud
Dios nos puso en la misma Obra,
Persona amable y simpática,
Mirada franca, directa
Buena compañera…
Trato cordial con los muchachos
Y haciéndose respetar
Así fue pasando el tiempo de a poco
Y sin pensarlo, se terminó esa Obra
Y Dios nos puso en otra… después de estar un tiempo
En distintos sitios
Qué extraños son los caminos de esta vida
Vamos en un tren a toda velocidad y de repente
Parece que paramos en una estación
Y el tiempo se detiene,
Hasta que el tren arranca nuevamente…
Así nos encontramos diariamente durante más de un año
Parecía que encontramos la eternidad, como queríamos que fuera la Obra
Pero la eternidad puede durar un instante, como dicen, y eso duele
Pero a pesar que duela, puede que haya sido una eternidad y sólo eso…
Una eternidad que valió la pena…
Para mi amiga Magui
16/04/2024
- Autor: Horacio Dressler (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2024 a las 00:12
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 12
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, jvnavarro, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios1
Que interesante relato el que nos cuentas.
saludos poeta
Muchas gracias Alicia por tus palabras, no llegó a ser un poema, pero es lo que sentí escribir por una compañera de trabajo que ayer se fue a otra empresa, no es fácil empatizar a veces en los ambientes laborales, lo que predomina normalmente son las malas pasiones humanas, envidias, celos, enojos, egoísmos, por eso de vez en cuando toparse con un àngel es un regalo de Dios. Saludos y muchas gracias por tu mensaje. Horacio
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