BIENVENIDA A MI LOCURA

¿En dónde guardo mi alegría,

que cargo tanta y se desborda?

¿En donde deposito mis risas,

que contagiarían a quemarropa?

¿En el cofre de mi corazón bajo llave?

¿O en medio del silencio que contemplo?

¿Bajo llave resguardado por el tiempo?

¿O será mejor predicar con el ejemplo?

¿Dónde escondo la felicidad que se asoma,

y que le da por pretender entretenerme?

Es que se ha desprendido un tenue aroma,

y un inmenso sol se ha negado a entristecerme.

¡Y no es para menos, lo es para más!

Después de mucho tiempo, por fin logro la paz.

Has devuelto la locura a mi universo,

y de intentar no sonreír, yo sería incapaz.

Se han desprendido mis demonios,

aquellos que tanto retumbaban.

Con tan solo pronunciar tu nombre,

todos mis temores despejabas.

Cada risa y cada carcajada son un eco,

que se propaga sin tregua y sin frontera.

Y dondequiera que llega deja su rastro,

sembrando semillas de gozo y primavera.

Así que no temas y deja que se desborde,

y permite que te contagie con su luz brillante.

Y por dondequiera que vayas lleva contigo,

la chispa de la felicidad radiante y ultra vibrante.

¡Bienvenida a mi locura!

¡Es la felicidad que todo lo cura!

Es alegría que he decidido llamar amor,

Amor para ti, amor para mí, amor para dos.