Mirar de lejos sus hojas verdes y sanas,
correr por su sendero
era la alegría que me llenaba.
Ahora miro un bosque calcinado,
veo detrás mío
y el suelo es regado por la salinidad del llanto.
Algo he notado
y es que no seré un buen guardián vegetal
porque he dejado al bosque quedar cenizo y opaco.
La totura constante
con el reproche siendo su amante,
me abrazan por las noches.
Mientras te imaginó posando en la ventana
sonriéndole a un nuevo bosque brotante.
- Autor: Raindrop (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de abril de 2024 a las 02:20
- Comentario del autor sobre el poema: Es morriñoso cuando nuestros pequeños bosques/huertos/campos quedan reducidos a una tarde ceniza, donde miras de lejos su vida ardiendo en la calentura del fuego doloroso; o quizás solo es la vida tomando lo que le pertenece de una forma abrupta, dura, cruda y visceral.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: jvnavarro, AZULNOCHE
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