Haciendo...

¿Qué es la poesía? 
la poesía soy yo. 

—Gloria Fuertes. 

Tú, no yo.
Tú eres la poesía,
ya lo dijo mi ilustre paisano,
yo no soy, solo soy un reflejo,
un sintagma sin sentido
en el seno sobrio de una sentencia,
en la geografía transcrita
de una frase a destiempo,
tú sí, tú sí eres poesía, luz,
luminiscencia por entre los orificios
que la persiana deja al descorrerse,
al ser herida detrás por los rayos
de una mañana que insiste fotónica
en el frágil plástico que la envuelve.
Tú, solo tú, no puede ser otra,
ni otro, tú sola cuentas con el caldo
de cultivo que la lírica necesita para darse,
para existirse y prenderse al aire 
que la circunda y que le sirve de vehículo. 
Yo no soy, no puedo ser, pues carezco
de la pureza de que esta se alimenta
para pronunciarse afuera de una boca,
para salir a borbotones de las inmediaciones
que un alma ofrece a su síntesis, a su hacerse
lenta y precisa en un papel en blanco, torpe,
insuficiente a tanta posibilidad, inalcanzable
por inasible, insatisfactoria por inalcanzable. 
Ahora, justamente, que me doy a escribir
en un vano intento más por lograrla,
me veo en la tesitura entre el fracaso frente
a la compasión conmigo mismo de saberme
inapto, inepto, y no hecho para llegar a ella,
para alcanzar a comprender aún un atisbo
de la grandeza que guarda y a la que aspiro,
parafraseando a Borges, sabiendo de antemano
de mi derrota como sé que en la batalla 
de la vida acabaré derrotado, por fortuna. 
Pero no nos desviemos del tema, que la Poesía
eres tú, no yo, y seguirás siendo tú 
aún cuando las tornas del sentimiento giren
en dirección contraria, basculen hacia tierras
inhóspitas, donde ni tú ni yo tenemos cabida,
plan, peripecia y futuro por delante —tú, solo—.
Yo, un medio mecánico, un tecleador, un hacedor,
nada más...