Donde las nubes juegan con tu luz y esos colores de tu voz brincan por ahí
seduciendo el camino de estrellas que dejaron tus recuerdos que seguí
inmortal con los años, pero inmaduro como un niño quien busca esos abrazos
que a uno lo vuelven valiente una y otra vez hasta caer a tus pies.
No hay salida para estos pensamientos
que lloran estelas y despedidas
detrás de la ventana del olvido
donde el mar se torna tu enemigo.
No hay un nombre que no duela cuando todo está en silencio,
todo se apaga incluso la oscuridad y el frío de los anhelos
en la orilla de aquel momento que perdimos
por culpa del ayer y el exilio del deseo.
Inmerso en los versos existe un recuerdo
envuelto en ecos que muerden poco
el amor que construimos con el viento
a lo largo de los años con un te amo.
Comentarios1
Y vendrán otros poemas en los días de poesía y siempre en ellos después del cuatro el cinco
Un saludo amugo
Saludos
Igualmente
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.