Una mañana como cualquier otra.
Despertar, una ducha, waffles, olor a césped mojado y por supuesto, esperar a que el amor toque a tu puerta.
Inquietud se convierte en tu segundo nombre y debes salir.
No sabes porqué te encuentras ahí.
Tus pies, el destino o ambos te han llevado hacia ahí.
Sientes algo tirar de tu pecho, así lo describes.
Y te sigues preguntando el porqué hasta que entiendes todo.
Ahí está.
A unos pasos de ti encuentras la razón.
Y al cruzar tu mirada con la suya pudiste notar la fuerza con la que te atraía hacia ella. Sin mover sus labios, sus ojos dijeron lo suficiente para hipnotizarte.
Caíste.
Caíste en caída libre sin asegurar tu paracaídas.
Deberíamos decir algo, pero en estos momentos ninguno de nosotros tiene el control.
Atrápame, sostenme, ámame.
Me lanzaré de nuevo, esta vez hazlo conmigo.
No debía de esperar a que llegara a tocar mi puerta, yo debía de abrir una y buscar.
- Autor: Graciela Rivas ( Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2024 a las 01:18
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Alex t, jvnavarro, Classman, Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Las puertas que se abren contienen poesía y en eso estamos hemos abierto una puerta y la hemos visto
Un saludo
Es un texto en prosa poética, que refleja con cierto atractivo una experiencia emocional intensa, marcada por la búsqueda del amor y la toma de riesgos.
Realzo el mensaje sobre la importancia de ser proactivo en la exploración apasionada del amor y estar dispuesto a asumir desafíos emocionales.
Saludos a ti Graciela.
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